¿Existe el nacionalismo español? Para sus detractores es una realidad evidente; para sus defensores serÃa inexistente: mera lealtad a un Estado constituido y a su ley fundamental, un patriotismo cÃvico y virtuoso. Pero ¿a qué llamamos nacionalismo? ¿La aspiración a la homogeneización etnocultural de un colectivo territorial? Entonces, muchas de las facetas del discurso y praxis identitaria que identifica a España como nación no son nacionalistas. ¿O, por el contrario, la afirmación en el espacio público de que un colectivo territorialmente delimitado es sujeto de derechos polÃticos colectivos, y por tanto titular de la soberanÃa? Entonces sà existe un nacionalismo español, ideológica y culturalmente heterogéneo como todo nacionalismo. Pues bajo la afirmación de España como nación han coexistido y coexisten quienes la conciben como un todo culturalmente homogéneo y centralizado, y quienes consideran que esa nación es culturalmente plural, y polÃticamente descentralizada. Patriotas de una nación identificada con un Estado existente y de larga tradición imperial, que devienen en nacionalistas al subir el tono, o hacerse visibles en coyunturas de enfrentamiento polÃtico (o bélico). En este libro, se aborda una genealogÃa histórica de los diversos discursos nacionalistas españoles en la Edad contemporánea, sin olvidar sus precedentes. Todos ellos comparten la indivisibilidad de la soberanÃa, cuyo único sujeto es España, y la convicción de que la polis, la comunidad polÃtica española, no tiene acta fundacional en la Constitución de 1978, ni en la de 1812, sino que posee fundamentos históricos y culturales anteriores. A partir de ahÃ, ha habido patriotas demócratas y no demócratas, nacionalistas étnicos y cÃvicos, y combinaciones diversas de ambos elementos.