La historia comienza con Bertie recuperándose de una agitada despedida de soltero que la noche anterior tuvo como protagonista a su amigo Gussie Fink-Nottle. Aún convaleciente, recibe el llamado de su amada tÃa Dalia que le ordena ir a una tienda de antigüedades para “burlarse de una lechera de plata con forma de vaca”.
El insólito pedido tiene por objeto minar la confianza del propietario de la tienda y por lo tanto reducir el precio de la pieza antes de que sea adquirido por el marido de Dalia, un coleccionista llamado Tom Travers, para quien la posesión de este objeto es de vital importancia. En la tienda, Bertie tiene su primer encuentro con Sir Watkyn, otro coleccionista de monedas de plata, y Spode con cuya tÃa, Sir Watkyn está planeando casarse. Más tarde, se entera de que gracias a solapadas artimañas, Sir Watkyn ha obtenido la posesión de la lechera por delante del tÃo Tom y a partir de allÃ, se dispara el “código de honor de los Wooster”, que “obliga” a Bertie a robar la lechera, con la desgracia de que él no es el único interesado en el objetoÂ…
Por supuesto, surgirán toda clase de complicaciones y enredos disparatados, donde no faltarán tÃas, amenazas de compromisos de boda, el robo del casco de un policÃa y mucho brandyÂ…y, como siempre, será Jeeves quien acabe componiendo las cosasÂ…