Transatlántico, una de las mejores novelas de Witold Gombrowicz, bastarÃa para acreditarle como uno de los más penetrantes, sutiles y feroces escritores de su tiempo. Armado de ironÃa y de la sátira, Witold Gombrowicz fleta este Transatlántico, que «es una nave corsaria que contrabandea una fuerte carga de dinamita con la intenció de hacer saltar por los aires los sentimientos nacionales hasta ahora vigentes entre nosotros». Pero nada serÃa más erróeo que reducir este llamado «panfleto sobre la fraseologÃa Dios-Patria» a una tesis, a un discurso. Afirma Gombrowicz: «Transatlántico no contiene ningún tema fuera de la historia que allà se narra. No es sino un relato, un mundo relatado... que tendrÃa validez sólo a condició de parecer alegre, multicolor, revelador y estimulante... Cualquier cosa, en fin, que brille y refleje una multitud de significaciones. Transatlántico es un poco de todo: una sátira, una crÃtica, un tratado, un divertimento, un absurdo, un drama... pero nada de eso en forma exclusiva, porque, en definitiva, no es otra cosa sino yo mismo, "mi vibració", mi desahogo, mi existencia».