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La gracia, o desgracia de Gibson, plasmada en Neuromante, estriba en su capacidad, para organizar datos, situaciones, objetos y hechos concretos en un universo, un tiempo, una dimensión que ha imaginado, ha trabajado y decidido quedarse en el. Esa seria su matriz literaria, con el ensanche como centro neurálgico, una zona donde conviven perviven todo tipo de cuestiones sin ley, ninguna, ni física, ni biológica, menos aún administrativa. Un salto científico, donde es posible habitar otros mundos, otros espacios, otras dimensiones, a través de la tecnología, que hace posible la transmisión de entes, mentes y simientes para la creación de algo que resulta imposible determinar si existe. Crear inteligencia artificial a lo bestia. Ciencia que aplicada al ser humano, permite criogenia, trasplantes biotecnológicos , reemplazo de órganos, implantación de venenos a largo plazo y otras minucias. La matriz en la novela es el área de control de todo Cyber creación, desde las simples terminales computacionales, hasta las corporaciones, que tienen en un puño el universo. Y en todo este embrollo, pues debe haber un vaquero, presto a los más sucios trabajos, desde robos asesinatos, fundir transmisiones, alterarlas, hacerse con la fuente de esta Neuromantica base para la inteligencia artificial. Case mitad Hacker, mitad mercenario, castigado por irrumpir en redes no autorizadas, recibe neuroimplantes y una oportunidad de redimirse mediante un trabajito que le puede costar la vida, a el y a muchos otros. El tema puede ser repetitivo, pero la capacidad de asociar de tejer con elementos intelectuales una historia, referente y de referencia en los géneros de ciencia ficción distopica, y sus variantes, ( sobre todo Cyber Punk ) es lo que hace destacar esta, de difícil lectura, novela. Algo debe aportar para haber sido multipremiada. Y pareciera clara su influencia sobre la interesante película Matrix..interpretada por Keanu Reeves

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Cuando decimos ciberpunk decimos Neuromante. Cualquier relato, película o videojuego de este género contiene uno o varios elementos ya presentes en la novela: un futuro sucio e iluminado por neones, grandes y poderosas corporaciones, informáticos conectados al ciberespacio a través de implantes o complicados sistemas de realidad virtual, miembros artificiales con funciones no precisamente ortopédicas... Neuromante ya introdujo esto. Eso significa que cuando nos ponemos a leerlo puede parecer que ya conocemos ciertos elementos que se han convertido en clichés o que el relato tiene una complejidad que no es necesaria, pero debemos leerlo con los ojos de todos aquellos que se enfrentaron a sus páginas sin conocer lo que era un ordenador o un antivirus ni una conexión a lo que luego sería Internet. Según cuenta el propio William Gibson tuvo que aclarar mil veces que él escribía con una máquina de escribir y no conectado a un poderoso ordenador, como muchos fans de sus novelas pensaban. Esto da una idea de lo innovadora que fue Neuromante en su momento.Ahora la gran duda. Dado que la tecnología imaginada en la novela es cotidiana e incluso ha sido superada, ¿deberíamos seguir hablando de ciencia-ficción o de realidad alternativa?

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A pesar de no tratarse de un libro muy extenso, la verdad es que leer Neuromante me ha tomado bastante tiempo, principalmente por el hecho de que es bastante confuso. No tanto en los conceptos que contiene y en la historia que cuenta, sino porque está narrado de una forma que se me antoja bastante confusa, haciendo que en ocasiones, a pesar de releer un pasaje varias veces, no acabara de entender qué está pasando. Si esto fuera debido a que la trama es excesivamente compleja (lo es, pero no tanto), podría disculparlo, pero la verdad es que no sé si es una mala traducción, o que sencillamente Gibson la escribió así, pero hace que una historia interesante que podría ser muy disfrutable se haga cuesta arriba. Es una pena, la verdad, dado que cuando leí Quemando cromo, lo disfruté mucho, a pesar de que algunos relatos también eran un poco confusos. Entiendo que esta es una de las obras principales de su género ( o subgénero, según se quiera entender el ciberpunk), pero más allá del valor que pueda tener en este sentido, poco se puede decir a favor de esta obra

Comentarios de lectores del libro Neuromante