Paideia, la palabraque sirve de tÃtulo a esta obra, no es simplemente un nombre simbólico, sino laúnica designación exacta del tema histórico estudiado en ella. Este tema es, enrealidad, difÃcil de definir; como otros conceptos muy amplios (por ejemplo,los de filosofÃa o cultura), se resiste a ser encerrado en una fórmula abstracta. Su contenido ?su significado sólo se revela plenamente ante nosotros cuando leemos suhistoria y seguimos sus esfuerzos por llegar a plasmarse en la realidad. Alemplear un término griego para expresar una cosa griega, quiero dar a entenderque esta cosa se contempla, no con los ojos del hombre moderno, sino con losdel hombre griego. Esimposible rehuir el empleo de expresiones modernas tales como civilización, cultura,tradición, literatura o educación. Pero ninguna de ellas coincide realmente con lo que los griegos entendÃanpor paideia. Cada uno de estos términos se reduce aexpresar un aspecto de aquel concepto general, y para abarcar el campo deconjunto del concepto griego serÃa necesario emplearlos todos a la vez. Sinembargo, la verdadera esencia del estudio y de las actividades del estudioso sebasa en la unidad originaria de todos estos aspectos —unidad expresada por la palabra griega— y no en la diversidad subrayada y completada por los girosmodernos. Los antiguos tenÃan la convicción de que la educación y la cultura noconstituyen un arte formal o una teorÃa abstracta, distintos de la estructurahistórica objetiva de la vida espiritual de una nación.