«Fast» Eddie Felson, que en su juventud habÃa sido el mayor jugador de billar del paÃs, acaba de divorciarse de su esposa tras veinte años de matrimonio durante los cuales ha regentado un salón de biliares de su propiedad. El divorcio le obliga a vender el salón, y se encuentra con cincuenta años, escasos ahorros y solo.
Tras aceptar un contrato para unas partidas de exhibición en compañÃa de un antiguo rival, Minnesota Fats, Eddie descubre que su juego es muy malo y que el billar ya casi no le interesa.
Pero comprende que si no juega al billar no es nadie. Tras un primer intento de ganarse la vida apostando en los bares, comienza a prepararse para participaren los torneos de billar en los que puede ganar dinero Para Fast Eddie, el billar es el pasaporte hacia la fama y la riqueza, pero estos torneos están dominados por jugadores jóvenes y presuntuosos. Uno de éstos advierte al veterano maestro: «El billar es un juego mortal».