A pesar de descender de Marco Antonio y de Octavia, hermana del emperador Augusto, Mesalina no pasó su infancia en la opulencia. Adolescente aún, Simón el Mago le predice un destino imperial al lado de Claudio, con quien la ayuda a casarse. La predicción se cumple ese año, el 41, con el asesinato de CalÃgula. A los dieciséis años, Mesalina se convierte en emperatriz. La mayorÃa de las mujeres elevadas asà a la cumbre del poder han permanecido a la sombra de su marido. Algunas supieron aprovechar esa oportunidad para satisfacer sus ambiciones. Mesalina utilizó el formidable poder que tenÃa sobre la vida de los hombres para satisfacer de manera plena y única su insaciable pasión carnal. A los quince años habÃa descubierto los placeres del sexo en un templo consagrado a PrÃapo, lúbrico dios de los jardines. Desde entonces se convirtió en la esclava de un deseo inagotable que le conducirÃa hasta la prostituciónÂ… y la muerte. Fue implacable ante los hombres que no respondÃan a sus deseos, y le cegó su odio a Agripina, la madre del joven Nerón, y su desprecio hacia los libertos, consejeros de Claudio, a quienes convierte en sus enemigos mortales. De esa manera, la madre de Británico se encamina poco a poco hacia su perdición, de la que ella es la principal responsable.