oleebook.com

El tren de los niños de Viola Ardone

de Viola Ardone - Género: Drama
libro gratis El tren de los niños

Sinopsis

Nápoles, 1946. El Partido Comunista italiano consigue trasladar a setenta mil niños con el fin de que se alojen temporalmente con familias del norte y conozcan una vida diferente lejos de la miseria que los rodea. El pequeño Amerigo se ve forzado a abandonar su barrio y sube a un tren junto a otros niños del sur.

Con la mirada acerada de un chico de la calle, Amerigo nos sumerge en una Italia fascinante que vuelve a levantarse en la posguerra y nos confía el relato conmovedor de una separación, de un dolor que marca a fuego, al tiempo que nos obliga a reflexionar, con delicadeza y maestría, sobre las decisiones que acaban convirtiéndonos en lo que somos.

Viola Ardone firma una de las novelas más sobresalientes de los últimos años: ha seducido a cientos de miles de lectores y a la crítica, cautivada ante una historia insólita, auténtica y universal que recuerda a las de grandes nombres como Elsa Morante o Elena Ferrante. Inspirada en hechos reales, la fuerza de esta red de solidaridad en tiempos difíciles ha hecho que esta novela se convierta además en un fenómeno internacional en veinticinco países.


Hay portadas que te atraen nada más verlas, y eso fue lo que me ocurrió con El tren de los niños. La imagen de ese pequeño sosteniendo en una mano una maleta y en la otra un peluche me pareció extraordinariamente entrañable y me tocó la fibra. Hoy comparto mis impresiones sobre una novela de ficción histórica inspirada en hechos reales y ambientada en la posguerra italiana. Una conmovedora historia de supervivencia y esperanzas, pero sobre todo de segundas oportunidades. Todo ello filtrado a través de los ingenuos ojos de un niño de siete años. En el otoño de 1946, el pequeño Amerigo Speranza se subió a un tren, en compañía de otros cientos de niños, con rumbo a Bolonia. Un viaje que formaba parte de una bonita iniciativa solidaria organizada por el Partido Comunista para rescatar a los más pequeños de los barrios más desfavorecidos de Nápoles y trasladarlos a pasar el duro invierno acogidos por familias un poco más pudientes del norte. Iniciarán un viaje que podría cambiar sus destinos. ¿Cómo se las arreglará nuestro pequeño protagonista cuando se encuentre en un mundo tan distinto al suyo? Ante sus ojos se abren nuevos horizontes y una nueva conciencia, pero cuando se terminen esas vacaciones tendrá que volver a su ciudad, que aun se recompone del caos y la destrucción causados por la guerra. Amerigo, en la encrucijada de dos mundos tan dispares, tomará una decisión que tendrá dolorosas consecuencias pero producirá nuevas semillas para su futuro.El lector imagina, porque este punto de vista no lo aborda su autora, lo terrible que debió ser para una madre tener que enviar a su hijo, lo único que la aferraba a este mundo de miseria, a casa de unos extraños ante la imposibilidad de poder mantenerlo, ofreciéndole la oportunidad de una vida mejor. Con la idiosincrasia de un niño de su edad y la astucia de un pilluelo criado en los callejones de Nápoles, nuestro protagonista nos relata la conmovedora historia de una separación, todo ello con una narrativa sencilla, sin retórica. Destacable es la construcción de su protagonista principal, que brilla con luz propia, pero a costa de desatender al resto de personajes, en los que apenas profundizará. Amerigo no conoce a su padre, él y su madre Antonietta apenas sobreviven en una ciudad devastada por la guerra, entre escombros y ratas. Es un niño ingenuo pero inteligente, no va a la escuela pero le gustan mucho los números, las letras no tanto, y sabe muy bien qué comporta llevar unos zapatos que no son los suyos. Soñaba con ser como los demás niños, con tener una familia que lo quisiera y valorara, una casa y un plato de comida caliente en la mesa cada uno de los días del año. La salvación vendrá del norte y con ella el drama de la separación.Lo que está lejos de toda duda es que la autora tiene talento para escribir, porque técnicamente la estructura de su trama está bien planteada al articular su argumento en cuatro bloques, los tres primeros se desarrollan entre 1946 y 1947 y el último en 1994, con un total de cincuenta y tres capítulos de corta extensión, alguno de ellos totalmente obviable. Nos encontramos con una lectura pausada y sobre todo parcial, pero que cumple con la tarea de entretener ya que hay implícitos en ella una serie de acontecimientos históricos sobre la Italia de la posguerra que desconocía por completo. al narrarlo desde la perspectiva en primera persona de un niño tan pequeño, inocente e inmaduro, la autora no ha conseguido intensificar el dramatismo de unos acontecimientos basados en hechos reales y quedan sesgados muchos matices de la historia a los que no tiene acceso. En cuanto al último bloque, el que se desarrolla a mediados de la década de los noventa, si bien es necesario para entender ciertas circunstancias, no he podido entender algunas de las decisiones tomadas por Amerigo, que buscará su redención, y no he podido empatizar con su dolor.Sintetizando: El tren de los niños es una novela de ficción histórica basada en hechos reales, ambientada en la Italia de posguerra y narrada desde el inocente punto de vista de un niño del sur del país, una zona que trata de recomponerse batallando ahora contra enemigos más peligrosos: el hambre y la pobreza. Una historia de supervivencia, nostalgia y valentía, del dolor desgarrador por la separación, pero sobre todo de solidaridad y de caridad, que nos ofrece una elocuente visión del desequilibrio económico de un país partido en dos, con un sur desfavorecido y decimonónico y un norte proyectado hacia el bienestar. Una novela de lectura amena cuyo planteamiento se centra en la separación de un niño de su madre, y que recomiendo si aún no conoces este episodio de la posguerra italiana. Enlace: https://www.mislecturas.es/2..
Con El tren de los niños viajamos a la Italia de la posguerra (1946), momento en el que el Partido Comunista comienza con una iniciativa que pretende ayudar a los niños del sur, donde más afectados económicamente estuvieron por las consecuencias de la guerra, enviandoles durante un tiempo a alojarse con familias del norte, no ricas, pero sí con mayores recursos, siendo sobretodo campesinos. Durante este tiempo estos niños serán como un hijo o hija para esas familias. Ardone nos cuenta la historia de uno de esos niños, Amerigo. El cual la autora ha explicado está basado en un hombre anciano que le contó su historia, pero son muchos y muchas los que se han visto reflejados. Una historia entrañable con altibajos emocionales y mucha empatía. Una historia de amor a diferentes niveles, el amor de una madre que no sabe expresar sus sentimientos, el amor de una familia que demuestra su cariño en cada momento. La peculiar relación de Amerigo con su madre, el querer y ser querido, pero sin entendimiento, con dos puntos de vista sobre la vida totalmente diferentes. Los efectos de la guerra y la diferencia que supuso entre unos y otros. Cómo puede influir el lugar y el momento del nacimiento de un niño para el desarrollo de su infancia y la llegada a la vida adulta. Y sobre todo me ha gustado la diferenciación que la autora hace entre lo que es generosidad y lo que es caridad.En definitiva, os recomiendo su lectura, una historia interesante, basada en experiencias reales, de las que rebosan sentimientos.