oleebook.com

La mujer geométrica de Vicente Marco

de Vicente Marco - Género: Drama
libro gratis La mujer geométrica

Sinopsis

Leer un mensaje ajeno puede cambiar tu vida… Sara, una mujer de mediana edad, descubre en el móvil de su hijo un mensaje que la aturde. De su lectura se desprende que Mario, de tan solo diecisiete años, mantiene una relación sentimental (¿o únicamente sexual?) con una mujer mucho mayor que él. Ese descubrimiento hace que Sara, contra la opinión de Humberto, su marido, intente contactar con esa desconocida para disuadirla de continuar con Mario. Lo que Sara ignora es que sus pesquisas la sumergirán en una inquietante espiral que hará saltar por los aires las convenciones de una vida marcada por la rutina y la ausencia de alicientes, para adentrarla en un sendero tan excitante como turbio y peligroso. Vicente Marco, el galardonado autor de novelas tan memorables como Opera Magna o Los trenes de Pound, nos conduce por los vericuetos de una trama absorbente. El lector, como la misma protagonista, llegará a su desenlace siendo otro distinto del que inició el trayecto.


Coges un libro que hace meses espera en la estantería. Se lo debes al autor y a ti misma; tienes que bajar esa pila de libros como sea. Te das una semana, hay poco tiempo para leer por placer. Lees las primeras páginas y ya estás dentro. Un acto cotidiano, como el de mirar un móvil y todo cambia. Nada vuelve. Sara tiene casi cincuenta años, quizá cincuenta, o quizá alguno más, qué importa eso cuando tu matrimonio perfectamente imperfecto te aburre hasta el extremo, cuando tu hijo adolescente se limita a no hablar, a decir poco, a lanzar cuchillos. Qué importa cuántos tienes si ya no eres feliz. Pero tú aceptas el papel que te toca: esposa complacida, madre cuidadora. Quieres proteger al que todavía es tu cachorro, tu pequeño. No dejarás que nadie le haga daño. Tú lo arreglarás. Y en ese intentar recomponerlo todo, te encuentras con que puedes no arreglar nada y, por una vez, ser tú. Entonces te sientes poderosa, grande. Dejas de ser la Sara melindrosa y te conviertes en Claudia, todo poder, pasión. Y todo gira, rápido, voraz. Te adentra en un laberinto. No sabes salir. ¿Ahora qué? Te preguntas. Dónde quedó ese matrimonio cómodo e imperfecto, ese hijo que ya casi no te habla. Tú lo único que quieres es que todo vuelva a ser como antes. Pero una vez decidiste que querías ser libre, creíste que podías serlo, y nunca volverás a ser Sara. Jamás. Vicente Marco se pone en la piel de una mujer, de Sara/de Claudia. Las dibuja a la perfección cada una en su locura. Lo hace enfrentándolas a los hombres que pululan por su vida. Relato en primera persona, con poca narrativa y una gran dosis de muy buen diálogo, que te muestra a cada personaje. Tú decides con quién estás o con quién no. Todo gira rápidamente, en las primeras páginas, quizás algo precipitado, pero poco importa, porque ya estás dentro, ya estás con Sara y enseguida con Claudia. Increíble narración que te mantiene pegada al libro, sin descanso, hasta que llegas al final. Sorprende, sí, cuando ya crees que lo has resuelto todo, cuando en tu cabeza ya está todo en orden. Entonces, de pronto, un giro narrativo que te vuelve a enganchar, que te adentra, una vez más, en un conflicto nuevo. Nunca un whatsapp le cambió tanto la vida a alguien. Y tú sólo has necesitado unas horas para devorar un relato dialógico perfectamente construido.
Las primeras líneas parecen tan triviales que casi te coge desprevenido la profundidad que le sigue. Estoy segura de que este libro pudo llamarse El hombre geométrico, porque lo que le pasa la protagonista es inherente al ser humano, cuando leí estas líneas: Dentro de mí sonaron unas palabras: «Se acabó» «Se acabó el dolor». «Se acabó fingir. Se acabaron las mentiras». Sucedió en un instante. Y, por supuesto, no estaba segura. Tampoco lo había premeditado, pero no podía afirmar que hubiera sido un arrebato, sino más bien el pronunciamiento del subconsciente tras tanto tiempo de silencio. Parecía que me estaba mirando en un espejo, ese que me devolvía las arrugas, las bolsas bajo los ojos, las estrías, las canas?las malditas canas?sentí que Vicente Marco me estaba hablando a mí y estaba hablando de mí. No me parece que lo que impulse a Sara a leer el mensaje de su hijo adolescente sea precisamente la curiosidad, es más que eso y todo lo que vino después lo confirma, no es curiosidad es pánico de que tu hijo esté metido en un lío y el afán de protegerlo a toda costa. Después todo se desboca, algunas veces mejor construido que otras pero siempre dentro de la psicología de los personajes y los giros sorprendentes, pero no como un anacronismo, sino con realismo. No me dejo una buena sensación al final, sentí me perdí algo vital y no supe en qué momento; me faltaron algunos porqués, o los porqués de Vicente Marcos no eran suficientes para mí. Está muy bien construida la historia, los personajes, el estilo es fácil, para que la trama sea la protagonista. Durante tres cuartas partes del libro me gustó el llamado a la revisión existencialista que hace, cosa que no es exclusiva de la madurez. El final es más mundano, menos reflexivo. En cualquier caso lo recomiendo.