Yo no había leído nunca a Francisco Umbral, y abrí este libro por los motivos equivocados. Mis motivos eran mi manía: sabía que esta obra se situaba en una ciudad española de provincias con la Guerra de África como telón de fondo, y allá fue la cabra al monte (yo soy un chifladito por Marruecos).

Pues bien, poca información obtuve de la Guerra de África, si no es el desprecio que Umbral muestra por lo que llama los “capitancitos”. Y hace bien en llamarlos así: esa Guerra fue una locura colonial en la que se condecoró a los más imprudentes e ineptos, si mostraban irresponsabilidad heroica y locura temeraria. No se premiaba la pacificación sino la conquista.

Siendo yo cabra, mostré al poco impaciencia. La guerra tardaba en ser mencionada. El libro se centraba en la provincia. Y, sin embargo, fue todo un descubrimiento. Poco a poco, la novela comenzó a engancharme. La prosa del autor es rica y musical, con frases que se repiten a modo de estribillo y párrafos con variaciones que desarrollan la sinfonía. Tiene un fuerte aire de realismo mágico, en el que participa como personaje activo el tatarabuelo de la familia, figura fuerte de la casa y cuerpo embalsamado y semidesnudo en un ataúd de vidrio en una capilla de la catedral. Afrodita Anadiomenes, la criada que nunca se vestía, prodiga su cuerpo por la casa a grandes y a chicos, su cuerpo que huele a jabón lagarto. Personajes sensuales con la espiritualidad del tuberculoso. La centenaria bisabuela Leonisa, centenaria majareta cuya locura roza la eternidad. El siniestro convento de las clarisas de clausura, y mil otros temas que se leen con delicia y creciente curiosidad.

Algunos pasajes me hicieron reír por su ironía disparatada. Otros me dieron a conocer las opiniones literarias de Umbral, que parece admirar a Rubén Darío y a Baudelaire, y resulta evidente que odia a Baroja. Baroja será para mí una futura visita, que hace siglos que no lo leo. Yo no dudo de que también fue un grande, sólo que se sitúa en las antípodas de la estética de Umbral. Umbral: un autor al que, desde luego, también en el futuro volveré.islamic-med-fiction12 s Benito308 12

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