Sinopsis

La llegada al continente americano en 1524 de Fray Toribio de Benavente (c. 1490-c. 1565), uno de los «doce apóstoles» franciscanos designados para propagar el cristianismo en tierras hoy pertenecientes a México y Guatemala, le puso en obligado contacto con una realidad a la vez deslumbrante y cruel. La Historia de los indios de la Nueva España describe las costumbres, la organización y los impresionantes monumentos arquitectónicos de las civilizaciones indígenas. Aunque Motolinía —el apodo con que fue conocido en sus andanzas evangelizadoras— justificase la conquista por su carácter providencial, también asumió la protección del indio contra sus opresores y percibió la originalidad de sus expresiones culturales. Como concluye Giuseppe Bellini —autor de la introducción y notas de la presente edición— «entre rechazo y aceptación, entre santo celo, fe ardiente, inteligente juicio, ingenuidad y fantasía y también arraigados prejuicios, Fray Toribio de Benavente es, en definitiva, el primer evaluador positivo del indígena en el área mexicana y su decidido defensor».