Invierno de 1942. Los intentos alemanes por romper el cerco soviético han fracasado. Adolf Hitler, contrariado por el rumbo que están tomando los acontecimientos, da a sus tropas la orden de no retroceder y oponer una resistencia fanática, mientras exige al enemigo que capitule.
El soldado alemán Sven Hassel y sus compañeros del 27.º Regimiento Panzer, curtidos en combate, libran una batalla imposible en el frente ruso, donde las hostiles condiciones del campo de batalla y la brutal ferocidad de su adversario admiten una sola regla: matar o ser matado. Cuando el ejército alemán inicia su retirada ante el enemigo implacable, los veteranos saben que su tiempo ya se ha terminado.
«DebÃamos gozar de catorce dÃas de descanso. En sustitución, nos dieron cincuenta gramos de queso por barba, a recoger en cantina. Pero hacÃa mucho que no se repartÃa queso. Entonces nos regalaron una fotografÃa en colores de Hitler y regresamos al frente sin descanso y sin queso. Porta se encaminó en lÃnea recta a las letrinas e inmediatamente encontró empleo para cinco fotografÃas del Führer».