Hessel retoma en este opúsculo la lÃnea de «¡Indignaos!» y «¡Comprometeos!», ahora codo con codo con otro de los grandes humanistas y defensores de los derechos humanos del siglo XX: Edgar Morin. Lo que en las dos obras anteriores eran llamadas llenas de sentido y fuerza, se convierten aquà en propuestas concretas para que la acción cÃvica y social cree un camino real de esperanza: propuestas concretas de reforma de la polÃtica, de revitalización de la solidaridad, de remoralización, de cambios en las polÃticas de juventud y empleo, de economÃa y de desigualdad. Y, por supuesto, en un tema tan querido a estos dos escritores como es la estética, el espacio del arte y la creación gratuita.
Aunque los dos nonagenarios se dirigen directamente a sus conciudadanos franceses, el escrito supera sin problemas la frontera de ese paÃs y acude en auxilio y aliento de todos los que, en el dÃa a dÃa, siguen afirmando que otro mundo es posible.