El genio matemático Lawrence Pritchard Waterhouse colabora en 1942 con Alan Turing y especialistas británicos de Betchely Park para descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje. Sesenta años más tarde, la empresa de Randy, nieto de Lawrence y brillante critp-hacker, proyecta crear un paraÃso de datos, exponente de la libertad informática: la Cripta.