«No dejaré que los dos primeros capÃtulos de “Confesiones de un burgués III” lleguen al público extranjero. No quiero que lean esta triste confesión, esta acusación entre húngaros. En húngaro, para los húngaros, sÃÂ… Pero que los extranjeros no lo sepan». Una entrada del diario de Márai de 1949 permitió confirmar a los especialistas del museo Petófi de Budapest lo que ya sospecharon cuando, entre el material del legado literario recibido en 1997, encontraron unos capÃtulos inéditos que, por deseo del propio Sándor Márai, se habÃan excluido de la tercera parte de «Confesiones de un burgués», editada en Toronto en 1971 con el tÃtulo «¡Tierra, tierra!». AsÃ, estos textos inéditos constituyen una parte crucial de la autobiografÃa de Márai puesto que giran en torno a dos fechas capitales: el 12 de marzo de 1938, cuando la Alemania nazi se anexionó Austria, y el 31 de agosto de 1948, cuando el gran autor húngaro, acompañado de su esposa y su hijo, abandonó su paÃs, entonces ya un satélite de la Unión Soviética. «En aquellos diez años dejó de existir toda una forma de vida y toda una cultura», escribe. Combinando la confesión Ãntima con el análisis histórico, Sándor Márai evoca ese perÃodo crucial para HungrÃa y sondea una sociedad que se debate entre el deseo de independencia y los sueños de grandeza nacional, y que acabarÃa al servicio de la Alemania nazi. Este libro, una verdadera denuncia del fascismo y la barbarie, descubre a un humanista comprometido, un hombre consecuente que desea para su paÃs una vÃa alternativa a la del estado totalitario. Obra de profunda integridad intelectual, «Lo que no quise decir» es el testimonio excepcional de uno de los grandes escritores europeos de siglo XX.