Con setenta y siete años a cuestas, Julia Bartolini decide pasar sus últimos dÃas escribiendo sus memorias. Los recuerdos le brindan la fortaleza necesaria para enfrentar su enfermedad. Cree que asà podrá recuperar la sensación de que tuvo una vida que valió la pena. Marcada por la inmigración italiana al paÃs iniciada a fines del siglo XIX y la rÃgida idea de familia impuesta por la Iglesia católica a lo largo del XX, Julia deshilvana los rencores fraguados en su infancia, para los que no tuvo solución en la adultez. Intenta descifrar la figura de un marido autoritario, pero devoto, y en especial la relación con dos de sus hijos, quienes desafiaron los códigos de conducta de su tiempo y sus esperanzas. Sobre todo, quiere encontrar la explicación para haber fracasado en aquello que mayor importancia tenÃa para ella: formar una familia feliz.