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En el país de la nube blanca de Sarah Lark

de Sarah Lark - Género: Aventuras
libro gratis En el país de la nube blanca

Sinopsis

Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deberán seguir su destino en una tierra a la que se compara con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?


Tengo tantas cosas que decir que no sé ni por dónde empezar.Este es uno de los mejores libros que he leído en el año, puede que incluso en toda mi vida. Y esto no es algo que yo diga a menudo. Me ha gustado tanto que me he planteado seriamente no devolverlo a la biblioteca jamás.En el país de la nube blanca narra la historia de dos mujeres inglesas que allá por los años 1850 emigran a Nueva Zelanda, una tierra poco poblada y aún algo salvaje, para contraer matrimonio con hombres que no conocen. Ambas provienen de mundos muy distintos: Helen es una sensata institutriz, hija de un humilde vicario, mientras que Gwyn es parte de la nobleza inglesa, hija de un próspero criador de ovejas. Sin embargo, Helen y Gwyn se hacen amigas a bordo del barco que las lleva a este futuro incierto y sus vidas se ven más entrelazadas de lo que esperaban.Esa es la trama a grandes rasgos, pero va mucho más allá. Si bien el libro sigue la vida de estas mujeres por alrededor de 25 años, o quizás debido a esto, hay muchísimos personajes con sus propias historias e infinidad de subtramas. La construcción de estos personajes es excelente, la autora logra que enseguida empatices y te encariñes de algunos y que detestes con fiereza a otros. Además, querer saber cómo acaba su historia te mantiene pegada a las páginas en todo momento. Y eso no es fácil de lograr, teniendo en cuenta que el libro tiene 750 páginas.Este libro es algo que no leía en un buen tiempo, pero que sin duda disfruto un montón: novela histórica. Y en ese aspecto, no me queda más que aplaudir a la autora. La ambientación del libro es exquisita, detallada y totalmente atrapante. Está lleno de detalles que enriquecen muchísimo la historia, te hace aprender y querer saber más sobre cosas que nunca antes te habías planteado estudiar, como la colonización de Nueva Zelanda o el comercio de lana. Además, los maoríes, su cultura y sus tradiciones, son gran parte de este libro, y eso me encanta. El trabajo documentación de Sarah Lark es impecable, porque es fiel a la realidad hasta en los pequeños detalles. Por eso, te sientes en todo momento como si estuvieses cabalgando por las salvajes tierras neozelandesas y conviviendo con los peculiares poblados maoríes. Sé que debido a esto el libro puede resultar lento en ciertos puntos, pero es precisamente esta ambientación tan cuidada lo que lo hace especial para mí.Y esto viene estrechamente ligado al hecho de que Sarah Lark escribe de maravilla. Su estilo es sobrio, sofisticado, pero a la vez directo, sin enredarse con palabras innecesarias. Leer su prosa es una delicia, ya que es capaz de presentarte con mucha calma a un montón de personajes, lugares y situaciones de un modo totalmente entendible y querer hacerte leer más y más.Oh, y hablando de personajes. Todos y cada uno de ellos están excelentemente construidos, desde las protagonistas hasta los más insignificantes secundarios. La autora se toma el tiempo para te hagas una idea del carácter de cada uno de tal modo que puedes predecir cómo van a reaccionar en ciertas situaciones.Lucas es un personaje que me crea sentimientos encontrados. Por momentos lo detesté, por ser tan cobarde y permitir que le pasarán ciertas cosas horribles a Gwyn, pero luego, hacia el final de su historia, comencé a tomarle cariño, a comprenderlo, a ver la bondad en él y todo lo que sufrió. James McKenzie sabe describirlo muy bien: Un ser bueno, aunque vulnerable, nacido en el tiempo y lugar equivocados.Gerald me dio un mal presentimiento desde el primer momento, se me hizo un hombre muy desagradable, pero con el pasar de la historia no pude hacer más que odiarlo profundamente. Todo lo que hace me repugna, me da ganas de ahorcarlo, pero al mismo tiempo me llena un sentimiento de impotencia el saber que nada se puede hacer contra alguien como él, que maneja las tiendas del poder, a pesar de su inmensa ignorancia.De las protagonistas no diré mucho, aunque podría estar horas aquí hablando de ellas porque me parecen sencillamente increíbles. Ambas son fuertes, pero cada una a su manera. Gwyneira es luchadora, audaz, vivaz, salvaje incluso. Helen es más correcta y sosegada, pero sin perder esa llama interior y el amor hacia el prójimo; me conmovió mucho su relación con las niñas huérfanas.Las historias de estas dos mujeres son similares en cierto modo, ya que ambas se embarcan hacia un continente desconocido para casarse con hombres que tampoco conocen, y ambas deben adaptarse a lo que les toca. Sin embargo, se marcan muy bien las diferencias sociales entre ambas, ya que mientras Helen debe aprender a ordeñar las vacas, cocinar y limpiar, Gwyn debe aprender a manejar a la servidumbre encargada de esas mismas tareas. Pero estas diferencias sociales no separan a las amigas, que se apoyan una a la otra en los momentos difíciles, sorteando las dificultades que la distancia y sus nuevas familias les ponen en el camino.En toda esta historia también hay lugar para un toque de romance, y la relación de James y Gwyn es preciosa, pero con un montón de trabas y tropezones, tantos que cuesta creer que en algún momento obtendrán su final feliz. Supongo que tendrán que leer el libro para averiguarlo.Debo añadir que hacia el final no podía evitar reír en voz alta cada dos por tres. Se crea un vínculo tan bonito entre el lector y los personajes que ya formas parte de esos chistes privados que deja caer la autora.Por otra parte, el libro logra mostrar lo mal que lo pasaban las mujeres en la época, todo lo que sufrían en silencio, y nunca lo romantiza como en otras novelas históricas, sino que lo repudia y denuncia. Algo que se ve retratado muy bien es la ignorancia sobre el sexo y el parto que tenían, cómo se veían obligadas a aprender sobre la marcha sin nadie que las guiara, ni sus propios esposos, por ser considerado algo indecente. Casi increíble, pero no tanto si vemos el lugar en el que estamos hoy en día.Para finalizar esta reseña, diré las palabras que he estado conteniendo durante un buen rato: En el país de la nube blanca es un libro sencillamente maravilloso. Tiene una ambientación perfecta, personajes muy bien construidos y un estilo de escritura impecable. Pero, sobre todo, una historia que me ha hecho sentir con cada página. PD: Sentía que necesitaba un epílogo para cerrar mejor la historia, pero luego recordé que es una saga y me entraron unas ganas tremendas de tener en mis manos el siguiente libro.
Este libro subió directamente al podio de mis novelas históricas favoritas. Tiene todo lo que me gusta en novelas de este tipo: un argumento extenso y bien desarrollado, una ambientación bien presentada y personajes entrañables. Detengámosnos en los personajes primero. En nuestras dos protagonistas, para ser más específicos porque, si bien la historia gira en torno a Helen y Gwyneira, hay muchísimos personajes más van adquiriendo la misma relevancia conforme avanza la historia. Helen es una institutriz humilde que ha quedado huerfana y se encarga de pagarle los estudios a sus hermanos, y cree que los años pasan y no le falta mucho para convertirse en una solterona entonces responde al anuncio de un diario en donde se solicitaban a mujeres jóvenes y respetables para que contrajeran matrimonio con hombres de buena reputación y posición acomodada en Nueva Zelanda.Por otro lado tenemos a Gwyneira (mi personaje favorito), una chica de familia noble apasionada por la cría de ovejas y los caballos. Sus padres la comprometen con el hijo de Gerald Warren, baron de la lana en Nueva Zelanda.Ambas se conocerán en el barco que las llevará al otro lado del mundo llenas de expectativas. Pero, cómo dice la sinopsis, ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?A partir de allí comienzan a desfilar muchos personajes secundarios que se van pasando el bastón de protagonistas una y otra vez, de modo tal que Helen y Gwyneira son solo la base.Narrada de manera sencilla pero con un vocabulario muy correcto e impecable, esta historia nos narra la vida de estos personajes por casi 30 años, si es que no saqué mal la cuenta. Y si bien pareciera que la trama apunta hacia el lado romántico, en esta historia el romance queda de lado. Esta historia va más sobre el patriarcado y la misoginia que reinaba tan fuertemente en esa época y sobre cómo nuestras protagonistas trataban de abrirse paso en ese mundo, sobre como este mismo patriarcado también afectaba directamente a los hombres, sobre la ambición y el éxito, sobre secretos y rivalidades entre familias, sobre la supervivencia en lugares hasta ese entonces desconocidos, y mucho, mucho más.La precisión y la intensidad con la que la autora describe los paisajes despampanantes de Nueva Zelanda te obligan a quedarte pegado al libro porque mientras lo tengas en tus manos vas a sentir que estás realmente allí, es increíble.Me encontré disfrutando e interesándome por temas que jamás me hubieran llamado la atención como por ejemplo el mercado de la lana de oveja, los distintos tipos de razas, la época de esquileo, los distintos tipos de razas de perros de pastoreo, la caza de focas y de ballenas, y, lo más importante y que más me cautivó fue la cultura maorí: sus orígenes, sus leyendas, sus tradiciones, todo.
Esta novela es en toda regla una novela de época. La novela se alterna entre capítulos dedicados a la historia de Gwyn y otros dedicados a Helen, si bien claramente la historia de Gwynerira es mucho mas interesante que la de Helen y se nota hacia la mitad de la novela la preferencia hasta de la autora por ella.Helen y Gwyn son dos polos opuestos, mientras que Helen es una institutriz de jóvenes de familias adineradas en Londres, Gwyn pertenece a dichas familias, ella es una Lady. Helen con 27 años y sin esposo es considerada ya una solterona por lo que decide contestar a un anuncio de la parroquia para ser enviada a Nueva Zelanda para contraer matrimonio con uno de los notables del lugar. Mientras que a Gwyn se le concreta el matrimonio con el hijo del Barón de la Lana mas conocido de todo Nueva Zelanda.Las protagonistas se conocen en el viaje hasta dicho país y tablan una buena amistad. La novela transcurre en su primera parte durante el viaje y la segunda cuando llegan, conocen a sus futuros esposos y la vida que llevaran desde ese momento.A lo largo de la novela aparecen muchísimos personajes, los cuales me han gustado mucho mas que otros, un fuerte de la novela son las tribus maoríes que habitan y conviven con los blancos en las tierras y que al final de la novela van cobrando mucha importancia. La novela finaliza basándose mas en la historia de los descendientes de Helen y Gwyn que es bastante jugosa y no deja nada que envidiarle a la historia de las protagonistas principales.La novela tiene un final cerrado, si bien es una trilogía, por lo que nos da la opción de decidir si queremos seguir con la misma o no, como ya he dicho el segundo libro se dedica a la historia de los descendientes si bien he escuchado que de a ratos nos cuentan que pasó con las dos jóvenes del primer libro después de tantos años.Yo personalmente no creo que continúe con la historia, si bien me gustó el libro es muy largo y hay partes que creo que le han dado demasiado protagonismo y partes que no se han explotado como deberían.
Vamos a empezar por algo que creo muy remarcable, la autora es mala, muy mala. Nos hace encariñarnos con los personajes y empatizar con ellos para luego hacerlos y hacernos sufrir como Magdalenas, definitivamente eso le bajó puntos para mí, no soy partidaria de que me saquen de mi zona de tranquilidad sin miramientos, metiéndome en una ira asesina, menos cuando no puedo hacer nada al respecto. Y sí, sé que estamos hablando de un libro, pero en el caso de los libros excesivamente realistas como este es mucho más duro fijar esa línea entre realidad y ficción. En general las protagonistas me gustaron bastante, Helen y Gwyneira tienen unas personalidades muy interesantes, pero justo por eso esperaba que supieran afrontar los problemas de una manera más activa, así que durante gran parte de las más de 700 páginas de este libro me sentí muy frustrada ante lo que pasaba sin que ninguna de las dos pusiera en práctica su carácter, puede que no fuera acorde a la época, pero si tranquilamente podían ponerlo en práctica en el día a día, también podían sacarlo a relucir cuando realmente era necesario. Pasando a otro tema, que si no me vuelvo a sulfurar, me gusta cómo la autora presenta a los maoríes haciéndolos realmente reaccionar ante lo que sucede, de igual forma no creo que venga un futuro prometedor, llámenlo intuición o conocimiento de historia, pero en mi experiencia a los nativos indígenas nunca les ha ido muy bien frente a los blanquitos. El jefe de tribu promete por una parte y por otra no, así que realmente no sé cómo terminará desarrollándose la situación. A lo largo de esta primera parte de la trilogía vemos el desarrollo de los primeros asentamientos en Nueva Zelanda desde el año 1852 hasta el 1877, son 25 años en los que podemos observar el nacimiento de la primera generación de los Warden y los OKeefe, que se cruzan aquí. Helen actúa como inicio de la familia OKeefe, y Gwyneira de los Warden, ya que son las parejas que se inician y desarrollan en este inicio. Los personajes masculinos en particular, tanto Gerald Warden como Howard OKeefe pueden tener un principio prometedor que luego cae estrepitosamente dejando mucho que desear, junto con al menos la mitad de los que aparecen como personajes masculinos principales, eso me sacó bastante de mis casillas, porque hacia que todo fuera de mal en peor sin posibilidades de mejorar. En definitiva, aunque tengo ganas de continuar con la historia de estos personajes y la prosa de la autora me resultó interesante por su construcción, no sé en qué momento continuaré porque me veo venir el drama en el futuro, y creo que este tipo de historias necesita de un aguante considerable para realmente no entrar en la ira o la depresión total con las situaciones que plasma. Y sí, puede que no haya muchas personas tan pasionales como yo respecto a la simple ficción, pero siempre he tenido la suerte o mala suerte de verme inmersa por demás en las historias extremadamente realistas. Enlace: https://www.goodreads.com/re..
Este es uno de esos flechazos que tengo de vez en cuando (mentira, muchísimas veces) y de los que, una vez más, salgo airosa. Hoy traigo una de sagas familiares.Estamos en el s. XIX, la historia da comienzo allá por el año 1852, finalizando en el 1877? de momento, ya que esta es la primera parte de una saga que continúa con La canción de los maoríes (y que teeeengo que leer).Tenemos una protagonista que sobresale por encima del resto: Nueva Zelanda, sus paisajes, sus costumbres, que nos enamora a medida que pasamos páginas. Las otras son mujeres, pero sobretodo dos de ellas: Gwyneira Silkham y Helen Davenport. La primera es una chica noble, de diecisiete años y fuerte personalidad, con muy buena mano para los animales (en contra de lo que a su madre le gustaría), se embarca hacia ese país desconocido por una partida de cartas ?así, a grandes rasgos-, pues su padre resulta perdedor y la mano de la chica estaba en juego. Viva la madurez? pero tengamos en cuenta en el año en que estamos. Así pues, ansía conocer a su futuro marido, Lucas Warden. La segunda, una institutriz respetada, decide ir allí para conocer a su futuro marido; por entonces era habitual mantener correspondencia con la iglesia como mediadora; así pues, Helen se emociona cuando recibe una carta de Howard OKeefe en la que éste le expresa su deseo de formar una familia con ella. Y es que en Nueva Zelanda escasean las mujeres decentes ?prostitutas aparte-.Pero Helen no viaja sola, se encarga de un grupo de huerfanitas, a las que educa a la perfección, para ser asistentas y a la vez unas señoritas de pies a cabeza, durante los seis largos meses que dura el viaje? y donde también entabla una amistad con Gwyn, a la que conoce por casualidad.Nuestra historia se divide en cuatro partes, donde se nos explica la vida de las mujeres en su Londres natal, pasando por la larga travesía en barco y continuando por su afincamiento en Nueva Zelanda? así como sus respectivas bodas o su vida en familia, con las alegrías y tragedias que esto conlleva. A su vez, conocemos la cultura de las tribus maoríes que conviven con nuestros personajes a lo largo de la novela, tomando también un importante protagonismo.Sin bien tengo que decir que me costó entrar en la historia, pues a ratos se me hacía un poquito densa, pero finalmente acabé enganchada como una condenada.Detrás de una preciosa portada y una edición bastante mona, tenemos un argumento que abarca emociones y sentimientos de todo tipo, esto es algo que me encanta en un libro, que me haga meterme en sus páginas de lleno y consiga hacerme sentir lo mismo que sus personajes; esperanza, secretos, drama, amor, amistad, desencantos, fe, impotencia, celos, prohibiciones?No puedo hacer más que recomendar su lectura, un libro muy bueno, me ha encantado. Enlace: http://locaporincordiar.blog..