¿Por qué todos decÃan mentiras? La bella modelo pelirroja Barbara Wentworth fue juzgada por asesinato. Todas las pruebas apuntaban a su culpabilidad, pero el abogado Antony Maitland estaba convencido de lo contrario. Además, estaba seguro de que ninguno de los involucrados en el caso —ni Barbara, ni su empleador, ni sus familiares— estaba diciendo la verdad. Sin embargo, razonó Maitland, seguramente Barbara no se sacrificarÃa por el bien de un asesino a sangre frÃa. Y luego recibió la pequeña nota en un garabato infantil y laborioso: «Ella noÂ… ella noÂ… ¡ella no!».