Él la respetaba.
Ella era su mejor amiga. Nada más conocer a Quique, Sara se enamoró perdidamente de él. Fue un flechazo que atravesó su corazón con la fuerza de tsunami. Pero Quique no sentÃa lo mismo. Para él ella era su confidente, su amiga. Alguien con quien poder bromear, reÃr, hablar, confesar sus pecados y ser él mismo.
Los dos compartÃan una gran pasión por las novelas de misterio y suspense. Aunque Sara iba más allá: las escribÃa. Llevaba dos novelas publicadas y, ¡cómo no!, Quique era su lector cero.
Ella se conformaba con verle, pero ¿qué pasarÃa si él se enamoraba de otra? Tal vez lo iba a perder para siempre.
Quizá sus amigas llevaban razón y era hora de dar un paso.
«—Y si no fuera tu amiga, ¿qué?
Quique quedó en silencio valorando sus siguientes palabras.»¿SerÃa capaz Sara de sobrellevar su respuesta?