Valentina, recién llegada a Madrid después de estar cinco años en Nueva York, despierta en la cama de un atractivo hombre de cuyo nombre no logra acordarse y, de repente, su vida se pone patas arriba.
Si hubiera una aguja escondida en un pajar Valentina no solo la hallarÃa, sino que además se pincharÃa con ella. Eso es lo que le sucede con Lucas, ¿acaso la ciudad es tan diminuta que tiene que encontrarse con él en los sitios más inesperados? Ella no quiere complicarse la vida con ningún hombre, y mucho menos con ese GEO tan sexi y atractivoÂ…, pero es que él es atento, amable, divertidoÂ… ¡y está más bueno que comer pollo con los dedos! Lo maloÂ… Lo malo es que el policÃa del Grupo de los Cuerpos Especiales está saliendo con alguien.
Para Lucas la situación no es fácil. ¡Con la cantidad de mujeres que hay en el mundo y se ha tenido que enamorar de la única de la que deberÃa mantenerse alejado! Sin embargo, no está dispuesto a dejarla marchar, no solo porque es una chica preciosa —aunque alguien deberÃa lavarle la boca con agua y jabón—, sino porque es diferente, imprevisible, le hace reÃr y está completamente loco por ella.
A Valentina ni se le pasa por la cabeza enredarse en una historia de tres, y mucho menos desde que sabe quién es la tercera en discordia. Ay, pero a ella siempre le han gustado los retos y no para de decirse: «Valentina, no lo pienses más, ¡pon un GEO en tu vida!».