Me detengo delante de una puerta negra con el picaporte dorado. Pensaba
en abrirla, pero alguien a mis espaldas me habla. –Te veo nerviosa,
seguro que eres nueva –comenta. Me di vuelta y pude presenciar algo
hermoso y que siempre imaginé… un vampiro… con pelo negro, ondeado, ojos
marrón claro y una sonrisa que me hacÃa olvidar que era mortal.       Â