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Ana es una novela que llevaba mucho tiempo en mi lista de pendientes, exactamente desde 2018, cuando mi amiga y compañera Ana de #SoyYincanera me la recomendó por primera vez y ha seguido recomendándomela a la menor oportunidad. Si añadido a lo anterior, tenemos en cuenta su próxima adaptación a la televisión que será protagonizada por Maribel Verdú, una de mis actrices españolas favoritas, el resultado es que la novela fuera escalando puestos en mi lista de pendientes hasta ocupar la primera posición, y os aseguro que me alegro de que así haya sido.Ana es un thriller judicial que, a pesar de su extensión, no reduce el ritmo en ningún momento y te mantiene pegada a las páginas desde la primera hasta la última de sus 864 páginas. No es una novela breve, no lo es, pero su lectura se me ha hecho muy corta.Ana Tramel es una protagonista que no cumple ninguno de los parámetros de lo que se pueda considerar buena persona, no es de esas protagonistas que te resulta simpática ni agradable desde las primeras páginas, ni aún en las últimas. Es una mujer acabada, profesional y personalmente, llena de defectos de los que lejos de arrepentirse se vanagloria. Una mujer que se conoce a sí misma, con sus virtudes y sus muchas especialidades y que se acepta así, no es que se quiera ni se odie, es que tiene asumido que esa es su forma de ser y no tiene ninguna intención de cambiar, por más que la vida, los acontecimientos y la gente que le rodea se empeñen en vapulearla y en ponerla, en muchas ocasiones frente a una penosa, triste y solitaria realidad que, en la mayoría de los casos ella misma provoca. Y es, además, una mujer hundida en una adicción de la que es consciente, pero que, en el fondo, es lo que le hace sentirse viva. Ana Tramel, está sumergida en el fango y en este se mueve de la mejor manera que le es posible. Es una mujer amargada, falta de empatía y alérgica a los sentimientos y los sentimentalismos, una mujer que, a ratos, no parece humana. Una mujer que atesora en su interior miles de traumas que no conoceremos hasta bien entrada la trama y que nos permitirá conocer algo del porque de su forma de ser. No he sido capaz de empatizar con ella en ningún momento, pero reconozco que, a pesar de haber tenido tentaciones de pegarle un berrido en muchos de los pasajes de esta historia, es un personaje que me ha fascinado. La vida de Ana, ese dejarse vivir, se verá irremediablemente invadida por familia política, amigas íntimas, o por mejor decir, su única amiga, por tres jóvenes colegas que se convertirán en socios, por un investigador privado, por un guardia civil y por el primer exmarido de la protagonista. Y Ana recibe golpes de todos y cada uno de ellos y los encaja sin llegar al K.O técnico, aguantando cada uno de los envites sin llegar a caer sobre el ring. Y es que en esta novela no hay ni un personaje bueno y cuando parece que lo es, te sorprende con una acción deleznable que le quita la careta, dejando al descubierto las peores pasiones del ser humano. La novela se centra en la ambición, en el poder y en la traición y como buena novela negra, se sumerge en los subterfugios del juego y de muchas otras adicciones y pone al descubierto el uso y el abuso del sistema judicial. Ana es una mujer que en tiempos fue una temida abogada, no por vocación, ni siquiera por su alto sentido de la justicia, sino simple y llanamente por un efecto de su carácter, su necesidad de salirse siempre con la suya. Un tiempo que dejó atrás, pero al que se ve obligada a volver, pero el tiempo pasa, algunas cualidades se pierden, algunas circunstancias cambian, pero los hechos de su pasado permanecen vivos en la memoria de los que dañó y normalmente, los agraviados no olvidan y antes o después te obligan a pagar tus deudas. Me ha resultado una novela sorprendente de la que, por si no ha quedado claro hasta ahora, Ana es el eje principal alrededor del cual pivotan toda la trama y todos y cada uno de los personajes. Ninguno de ellos amable, ninguno de ellos de los que te llevarías a casa, ninguno de ellos franco? (excepto una rara excepción). Y sin embargo, a pesar de su maldad, son personajes reales, sólidos y muy creíbles por más que sus bajezas nos lleven a pensar que es imposible que existan en la vida real. Es una novela que me recomendaron y que no tengo más remedio que recomendar si queréis disfrutar de una gran historia y sobre todo si tenéis intención, como yo, de ver la serie que se avecina para el 2021.

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Buenas, hoy os traigo Ana Tramel, de Roberto Santiago, de el sello @booket_planeta a quien tengo que dar las gracias por el envío del ejemplar. Bueno tengo muchas cosas que decir ya que en sus casi 900 paginas sucede tantas cosas que es increíble y nada mas terminarlo acabo de coger el ordenador para escribir la reseña. Al empezar el libro nos encontramos con nuestra protagonista Ana a la cual una mañana le llama su hermano Alejandro para poder contratarla como abogada y ayudarle a salir de un enorme lio, lo que no sabe nuestra protagonista es que a partir de este hecho su vida no será la misma. Que locura de libro en muchos momentos a conseguido que me explote la cabeza con sus inesperados giros en la trama, ha conseguido que me pase tres noches en vela leyendo sin parar para saber que sería lo siguiente que pasaría. Así que por el desarrollo del libro solo le puedo dar un diez al autor. En cuanto a la pluma del autor tengo que admitir que a veces su forma de narrar a veces ha conseguido que se me atragantase algún capitulo consiguiendo hacerme la lectura un poco densa. Pasando a los personajes nos encontraremos a multitud, aunque mi favorita ha sido Ana, pero no por su personalidad sino por su evolución a lo largo de novela, y destacaría que me hubiera gustado mas saber su hermano. También he odiado a varios personajes como Ramiro o Helena. En resumen un gran thriller que me ha mantenido enganchada y que recomiendo. Enlace: https://www.instagram.com/p/..

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Una lectura más que me enfrenta al resto de la humanidad 😁.. Esto ya se está haciendo costumbre. Según las opiniones de otros lectores, esta historia era trepidante y adictiva, y para mí no ha sido ni lo uno ni lo otro. Eso no quiere decir que no me haya gustado ¿eh? , la he leído muy a gusto, sin sentir ganas de abandonar en ningún momento; pero tampoco estaba loca por seguir avanzando, salvo las ansias por acabarlo cuando llevaba ya dos tercios. Me quedo con lo mejor del libro (y que justo es lo que menos gusta a los lectores Jaja) la protagonista, Ana. Cae mal, muy muy mal, pero justo por sus imperfecciones es por lo que me gusta. En realidad es el único personaje que merece la pena del libro, el resto son meros esbozos. Me ha dejado bastante tocada el trasfondo social del libro; lo que se esconde tras la ludopatia. Y no, no me refiero sólo a la enfermedad, me ha dejado tocada cómo en este país se recauda dinero, y se dan todas las facilidades para que sea así, con las adicciones de las personas (gobierno incluido) . El tema jurídico, que es en realidad la trama del libro, es muy muy interesante y aunque el autor se pone demasiado detallista en los procesos, también se disfruta con los alegatos y triquiñuelas. Pero al final, aunque quiere ser muy realista mostrando el sistema jurídico español, nos desenlaza con una americanada como muchas otras de este estilo, cosas bastante inverosímiles según una amiga abogada. El libro no resulta pesado en su lectura pero sí en su extensión; me explico: la narrativa es bastante lineal, sin altibajos de emoción (ha desaprovechado algunos momentos clave) y claro, eso es tantísimas páginas, acaba agotando. al libro le sobran bien a gusto unas 200 páginas, muy reiterativo y con cosas que se podría haber ahorrado y no habrían modificado en nada la historia. ¿Recomendaría este libro? Sí, al fin y al cabo sí me ha gustado, aunque me deje con una sensación de insatisfacción y agotamiento.

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Ana es una abogada de mucho éxito, pero debido a un hecho inesperado, trabaja en una empresa dedicada a la tramitar Recursos de multas de tráfico, con la consiguiente dosis de depresión, frustración, hasta el extremo de poner en juego su salud; vive sumida en el alcohol y los antidepresivos. Un día recibe la llamada de su hermano Alejandro (un ludópata), solicitándole su ayuda, porque le acusan del asesinato del gerente de un Casino. Ahí comienza la historia donde se nos abren dos vertientes: La primera, el mundo o sub mundo donde los juegos de azar son los protagonistas, donde las personas que son adictas al juego (ludópatas) llegan a niveles críticos y hasta desesperados para mantenerse en el vicio; o la lucha interna para poder superar esta adicción, sumado a las ilegales e indecentes prácticas de los Casinos, prestamistas y usureros para ganar adeptos al juego. La segunda vertiente trata de las actuaciones judiciales cuando se tratan de juzgar intereses de grandes empresas o cuando los hilos de la justicia se mueven a conveniencia. Es una historia muy entretenida, un argumento un tanto predecible, la parte jurídica está muy bien explicada y detallada y los personajes muy bien perfilados. La protagonista, Ana es una mujer muy inteligente, pero autodestructiva, cualidad que la hace genuina. Cuenta con un equipo de trabajo muy peculiar que hace que la batalla contra el gigante, haga de la novela un argumento atractivo. Hay uno que otro detalle legal que no me termina de cuadrar (será porque soy abogada), y creo que le sobran unas cuantas páginas, pero recomiendo su lectura. Para alguien que no conozca el sistema judicial español, éste libro le enseñará mucho. Le doy un 8/10

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Me encanta el hecho de que baste el nombre de la protagonista para poner título a ésta novela. Ana. de entrada, queda más que claro que es una mujer capaz de sostener todo un libro y toda una historia, pero me temo que su arrolladora presencia va mucho más allá. Es además una penalista que conserva la fiereza y determinación de sus mejores días, y más aún si el caso que la encomiendan pasa al terreno personal: La detención de su hermano, los malos tratos que padece una de sus mejores amigas. Y es que el libro entrelaza varias tramas y así consigue llevarnos por diversos caminos, diferentes entre sí pero igualmente entretenidos.Yo nunca había leído una novela que ahondara tanto y tan bien en el tema del juego o la ludopatía. Y creo que por eso Roberto Santiago decidió que ese sería uno de los hilos principales de su historia, porque pocos se habían atrevido a tocarlo antes y podía ser muy suculento. Lo es.Resulta diferente ver un thriller narrado desde el punto de vista judicial, ya que lo más tradicional suele ser avanzar con una investigación criminal y no a través de juicios donde se lo juegan todo, no sólo encontrar a los culpables sino también impartir justicia y que cada cual reciba lo que merece. Es otra forma de vivir la historia pero igualmente eficaz y adictiva, ya que no sabemos en quién confiar ni qué es realmente a lo que se enfrentan nuestros protagonistas.Otro de los aspectos en los que ahonda la novela, además de la ludopatía y esas referencias judiciales bastante extensas y bien documentadas (disfrutaréis de los procesos como si estuvierais allí mismo) son las adicciones y problemas emocionales de su protagonista, incapaz de soportar la presión que estos casos la van a provocar. O las traiciones. O el miedo a ser la siguiente. Porque será la más dura y soportará los golpes como nadie, tal y como cita hasta la portada, pero no por ello es indestructible.¿Contras? O lo lees en casa, o lo compras en digital. Es tan gordo que resulta imposible plantearse llevárselo a ninguna parte, y yo por lo general me suelo llevar un libro conmigo cada vez que viajo. Con éste no he podido hacerlo, se quedaba esperándome en casa tan paciente como mi perro y me dolía en el alma tener que retomar la historia una y otra vez. Porque sí, seré sincera: Roberto Santiago ahonda en muchos temas y sabe sacarles partido sin llegar nunca a aburrir, pero seguro que con unas cuantas páginas menos el efecto hubiera sido el mismo. Se me hizo largo, mucho. Disfrutaba con la historia pero al mismo tiempo tenía ganas de acabarlo y no parecía llegar el momento. Ana nos ofrece un thriller judicial con una estructura diferente y una narración asombrosa con la que no hará falta saber de derecho para involucrarse de lleno en la trama. Pese a su extensión, la única crítica consistente que puedo ponerle, la historia avanza con naturalidad y realmente no sabrás a qué te enfrentas hasta el clímax final. Una pena que en mi caso no fuera tan trepidante como esperaba y mi interés se fuera perdiendo en sus p Enlace: http://elcuervodealasrotas.b..

Comentarios de lectores del libro Ana