Después de la caÃda del Imperio Romano, las Islas Británicas retornaron lentamente al salvajismo de la oscura Edad del Bronce, mientras los pictos, los gaélicos, los sajones y los jutos, luchaban contra los bretones semirromanizados por la supremacÃa en el poder, al tiempo que primeros signos de actividad vikinga se dejaban sentir por el norte. Fue durante este perÃodo, famoso en la historia semimÃtica por las hazañas del Rey Arturo, cuando surgió el héroe de este libro: Cormac Mac Art. Cormac es un héroe estándar «alto, bien formado, de ancho pecho y fuerte, de cabello oscuro, cortado con forma cuadrada, y rostro oscuro y barbilampiño... Los ojos de este hombre eran estrechas hendiduras, de un grisáceo frÃo y metálico, y ello, junto a un buen número de cicatrices que cubrÃan su rostro, le proporcionaba un aspecto siniestro...». Cormac es un vagabundo de los mares, un fuera de la ley que vaga con el vikingo danés Wulfhere-el-Rompe-Cráneos.