Anne Rice abandona momentáneamente las historias de vampiros para adentrarse en la vida de Jesucristo, concretamente en los primeros años de vida de éste. La autora cede la palabra al propio Jesús, quien, con la voz de un niño de siete años, narra sus primeros recuerdos en AlejandrÃa y su traslado, poco tiempo después y junto a su familia, a Nazaret. Es la primera parte de una trilogÃa que podrÃa relevarse polémica: en un sueño, Jesús, el niño narrador, se encuentra con Satán.