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Hace 40 años, tuve mi primer encuentro con Ray Bradbury, recibí de regalo una antología que incluía El Zorro y el Bosque El hecho de la ambientación en Mexico, y el viaje en el tiempo sin más ni más me fascinaron. Ahora me he autoregalado el placer de leer integra esta novela compuesta de retazos . Y he encontrado que por nuestra relación no ha pasado el tiempo , lo he disfrutado como la primera vez. Bradbury atenta contra todo lo cognoscible y perceptible, con solo un lápiz y papel. Transforma, trastorna y tergiversa esa percepción, le añade ficción, magia, fantasía, la traslada y arroja al espacio, a Marte su sitio predilecto, solo para darle la continuidad de la humanidad sin interpretaciones, aceptada tácitamente. La cuestiona moral, filosóficamente y la deja expuesta para que cada quien tome lo que crea que le corresponde, En este antología secuencial, el lienzo es un hombre que a través de la magia, ha recibido un tatuado especial, que cuenta la historia a quien lo observa, más aún se modifica y adapta a cada observador. Llevándolo hasta el final. No hay espacio ni tiempo determinados porque salen sobrando. De esta forma el hombre ilustrado es solo un prologo, para desde la pradera llevar al hombre por la carretera hasta la ciudad, una mañana cualquiera, por su propio pie, bajo la lluvia rápido como un cohete, como un visitante de los globos de fuego,lo maneja como una marioneta, un desterrado, lo sacude como una mezcladora de cemento. Para abandonarlo en la hora cero, de la última noche del mundo. Cuaderno de viajes, al interior al exterior, al espacio, en el tiempo para presenciar la muerte desde múltiples perspectivas. E invitarnos a elegir la propia.

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Bradbury, si ya conocen su obra, era de escribir en su mayoría cuentos cortos, novelas escribió pocas. El hombre ilustrado no es la excepción; está compuesto de dieciocho cuentos cortos. Cada una de estas historias se puede ver en la piel del hombre ilustrado, no tatuado, porque de noche estas ilustraciones cobran vida, y nos cuentan historias sobre el futuro; porque de allí vino la misteriosa viejecita que lo tatuó hace ya mucho años. Primero las personas se sienten atraídas por estas ilustraciones, porque si uno las mira fijamente se empiezan a mover y a contar cada una una historia diferente, hasta se puede escuchar sus pequeñas vocecitas. Pero al final, en la única parte de piel que no está cubierta por ilustraciones, les muestra algo que no desearían ver y terminan huyendo despavoridos, como todos, a pesar de que prometan no hacerlo.Un cuarto de realidad virtual que muestra lo que uno quiere ver con el poder de la mente, hasta reproduce olores y climas. Astronautas perdidos en el espacio luego de que su nave se averiara. Un hombre que construye un cohete en el patio de su casa para poder viajar a Marte. Un planeta cobra venganza sobre los humanos. Una granja en el medio de la nada que está absolutamente desconectada de lo que pasa en el mundo. Una lluvia que nunca se detiene en Júpiter. de esto y más tratan estos dieciocho cuentos.Es la tercera vez que leo este libro y no puedo evitar pensar, como las veces anteriores, qué imaginación asombrosa que tenía este hombre. Además es un libro ideal para cuando uno no tiene mucho tiempo para leer, se lee uno o dos cuentos por día y tal vez en una semana y media ya lo termina.De verdad, si no son de leer ciencia ficción, prueben con este, la narración es fluida lo que favorece a una rápida lectura, y de verdad creo que les terminará gustando.

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El protagonista es un narrador anónimo, que conoce a un hombre con el cuerpo lleno de unos tatuajes (de ahí el título) muy especiales, con vida propia, que al mirarlos son ellos mismos los que cuentan su propia historia. Estos serán el hilo conductor del libro, 18 tatuajes, 18 relatos, con un final memorable.Fahrenheit 451 y Crónicas marcianas son, posiblemente, sus obras más conocidas, pero la faceta de Bradbury como escritor, visionario, humanista, soñador y maestro del género, va mucho más allá de esas dos obras. Sin ir más lejos, la canción Rocket Man, de Elton John, está inspirada en uno de los relatos de este libro; y la idea a partir de la que se desarrolló Fahrenheti 451 está en una de estas pequeñas historias: Los desterrados.Tenía pensado, en un alarde de ingenio, hacer una reseña con 18 razones para leer este libro. No lo voy a hacer, porque me sentiría un miserable reduccionista y me quedaría muy corto. Sería tan arrogante como definir el amor sin haberlo experimentado, y tan estúpido como intentarlo después de haberlo conocido.Es muy difícil comprimir en tan poco espacio tanta genialidad. La pradera, el primero de todos, te deja una sensación en el cuerpo que aún me pone los pelos de punta al recordarla mientras escribo; Calidoscopio es una reflexión sobre lo que siente un hombre antes de morir; La larga lluvia tiene unas de las descripciones más demoledoras de la naturaleza que he leído en mucho tiempo, para disfrutar y aprender; Marionetas, S. A. es demasiado humano para no mencionarlo; La hora cero es una de las invasiones alienígenas más infantiles, alocadas y divertidas que recuerdo haber leído...Te invito simplemente a que leas la introducción, que no tiene nada que ver con el libro y lo tiene que ver todo. Un camarero que baila cada noche con el único motivo de no estar muerto, y al mismísimo Ray Bradbury revelándonos el secreto de la vida eterna: escribir para no estar muerto. Y tú deberías leerlo, no sé si para no estar muerto, pero al menos el tiempo que dure su lectura, hará que te sientas un poco más vivo.

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Este libro es una antología de relatos, y mi primer libro tanto del autor como en el género de la ciencia ficción. Hace un año que lo compre, porque en mi serie favorita Criminal Minds se hace mención sobre este libro (Episodio 20, temporada 5) y desde ese momento me obsesione con leerlo, recién ahora he concretado su lectura y lo ame.En el prólogo conocemos a El hombre Ilustrado, ya que el narrador nos cuenta el encuentro que tuvo con este hombre tatuado de pies a cabeza y que le habla de una bruja que venía de el futuro y que en una sola noche lleno su cuerpo de estas ilustraciones.Cada tatuaje / ilustración del hombre cuenta una historia, tienen vida propia, si uno se queda mirando se encuentra con escenas vivas en movimiento, y de esta manera se convierte en la unión perfecta para todos estos cuentos, 18 relatos independientes, con temáticas como: viajes en el tiempo, en el espacio, la conquista de otros planetas, invasiones alienígenas, el avance de la tecnología superando al hombre en voluntad e inteligencia y cosas por el estilo.El estilo del autor me encanto, no es complejo y sin adentrarse en cuestiones técnicas nos hace entrar a estas atrapantes historias desde el lado más humano de los personajes. Cada relato nos deja alguna reflexión sobre la naturaleza humana.Aunque es un libro que vio la luz en el año 1951, y se nota la época en la que está escrito, no ha perdido actualidad y se sigue disfrutando, en algunos casos nos hemos acercado un poco a los avances tecnológicos que el autor ha imaginado, y esto nos sirve mucho para reflexionar el uso que hacemos de la tecnología ya que si en algún momento se hace realidad todo lo que Bradbury imagino deberíamos intentar que esa tecnología no nos domine ni nos supere, en otros casos el autor ha imaginado cosas que parecen súper lejanas aun de lograr, y eso me ha encantado porque no pierde actualidad y sigue sorprendiendo con el paso de los años.Si quieren leer por primera vez al autor como yo, o algo de este género les recomiendo este libro!

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Recuerdo un artículo publicado por el centenario de Ray Bradbury, titulado: El futuro era un arma cargada de poesía, para reflexionar sobre sus escritos, pero sobretodo de la particular forma que tenía de escribir, en un estilo que escapa a lo equivocadamente encasillado como ciencia ficción y que tiene que ver más con el uso de fantasías para intuir el futuro y con esto la fascinación, miedos y preocupaciones que tendría el ser humano en ese contexto; sentimientos que aún en el presente nos siguen-y quizás seguirán-pareciendo tan necesarios y por eso seguro su literatura nos siga pareciendo tan fresca-envejeciendo bien-a pesar que ese mañana que el sospechaba cada vez más se torne pasado.Resalto también que Bradbury no tenía ningún tipo de preparación técnica o científica-se formó en las bibliotecas publicas-sin embargo, sus historias de vida en otros planetas, dispositivos complejos y naves espaciales se expresan de forma tan natural que no es casi imposible percatarnos de ese hoyo académico, y es que sus relatos no son sólo tecnología, sino también poesía, fascinación, soledad, incertidumbre. Leyendo este libro he vuelto a recordar y sentir todo eso, tan igual como si estuviera flotando, irremediable, en el vacío espacial de su cuento Caleidoscopio ; tan igual como si estuviera sentado a la orilla del mar contemplando el atardecer.En los demás coincido con mucho de las otras reseñas. de lectura esencial.Puntaje: 9/10 Cuentos favoritos: Caleidoscopio: sobre unos viajeros cuya nave se estrella con un meteorito y caen en el espacio. La pradera: sobre una habitación que a través de la realidad virtual es capaz de hacer realidad cualquier fantasía. Los desterrados: antecedentes de Farenheit 451 Marionetas SA: una empresa es capaz de crear una réplica robótica exacta de ti mismo, tan exacta que hasta es capaz de querer tu propia vida, quitartela.

Comentarios de lectores del libro El hombre ilustrado