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Crónicas marcianas de Ray Bradbury

de Ray Bradbury - Género: Ciencia ficción
libro gratis Crónicas marcianas

Sinopsis

Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer.

Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los marcianos.

Conforme a su concepción de lo que debe ser la ciencia ficción, Bradbury se traslada al futuro para iluminar el presente y explorar la naturaleza humana. Escritas en la década de los cuarenta, estas deslumbrantes e intensas historias constituyen un canto contra el racismo, la guerra y la censura, destilando nostalgia e idealismo. Ray Bradbury se consolidó como escritor con esta obra, ahora un clásico de las letras norteamericanas, con su estilo rico, inmediato y conmovedor, que le ha valido el apelativo de poeta de la ciencia ficción.

Prólogo de Jorge Luis Borges


Uno de los libros más relevantes en la literatura del siglo XX: la colección de cuentos en la que Ray Bradbury nos va relatando la historia de la colonización de Marte por los humanos, desde los primeros viajes, pasando por la instalación, los últimos vestigios de la civilización marciana, las relaciones entre los viajeros y quienes se quedan, la inevitable nostalgia por la Tierra y, al fin, las nuevas generaciones de familias arraigadas en Marte, cuyas raíces ya no están en su planeta de origen sino en el nuevo. A pesar de su trama interplanetaria, y de que parte de la crítica haya situado a Bradbury en el mundo de la ciencia ficción, en realidad sus historias no tienen nada de fantacientíficas: no hay prácticamente ciencia en ellas, y al autor no parecen interesarle las justificaciones técnicas de los inventos y procesos que nos cuenta. Porque, en realidad, Crónicas marcianas se trata de nosotros, de nuestro corazón y de las cosas que nos hacen felices y desgraciados. Ray Bradbury, en sus cuentos, nos propone historias ambientadas en Marte, pero con preocupaciones muy humanas: quizá la más conocida sea la historia de un marciano que, necesitado de una familia, se metamorfosea en los hijos perdidos de distintos padres, que lo reciben fingiendo que no se dan cuenta del engaño, solo para mantener sus ilusiones. Pero hay otras historias impresionantes aquí: la expedición terrestre que se divide entre quienes desean usar Marte para vivir, y quienes desean preservar el planeta de la suciedad, contaminación y explotación sin respeto que los terrícolas provocaríamos sin lugar a dudas, o el viaje de todos los negros del sur de Estados Unidos, en una caravana sencilla, humilde y solidaria, y cómo los blancos se hubieron de sentir solos al no tener ya a quién oprimir. O la del hombre que vive en los pueblos abandonados, sirviéndose la comida de los restaurantes, poniendo sus películas favoritas en los cines y durmiendo en hoteles, soñando con encontrar a alguien para compartir su soledad... hasta que encuentra a alguien. En sus cuentos, Bradbury critica diversos aspectos de la sociedad estadounidense de mediados del siglo pasado, y plantea preguntas sobre la naturaleza de las personas, y nuestra forma de relacionarnos con otros. Por otra parte, debe destacarse el estilo del autor: a ratos, la pluma de Bradbury se vuelve poética y evocadora, sin ser empalagosa y sin dejar de estar al servicio de la historia. A pesar de ser considerado un autor de ciencia ficción, su lenguaje no es técnico, sino personal. Y quizás por eso consigue que sintamos como propios los problemas de gente que vive en otro planeta, pero que en realidad pudiéramos haber sido nosotros. En definitiva, una obra maestra del cuento: un volumen que, a partir de una historia mayor nos va mostrando, como en un mosaico, pequeños pedazos de esa historia, a través de las personas que las protagonizaron, sus anhelos, decepciones y transformaciones. Un librito que, usando la excusa de la ciencia ficción, se convierte en literatura universal.
Fahrenheit 451 es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, tanto es así que forma parte de ese selecto grupo de historias que he releído y, seguramente, siga teniendo relecturas en el futuro. Por esto, Ray Bradbury siempre ha sido uno de los autores que más me interesaba seguir conociendo. Aunque toda su obra me llamaba increíblemente la atención, me daba miedo no encontrar lo mismo que encontré en Fahrenheit 451. Tardar tanto en leer Crónicas marcianas ha sido claramente un error, porque me ha fascinado. A través de diferentes relatos, pero que siguen una línea argumental, descubriremos que la Tierra está mandando expediciones a Marte con la intención de colonizar el planeta. Agotados los recursos y la vida en la Tierra a causa del mal uso del planeta y del ego humano que solo provoca guerras, se lanzan a la conquista del planeta de al lado. Es curioso como una obra que habla de como la Tierra invade Marte, puede provocarte tantas emociones diferentes que pasan de la risa a la tensión, a la pena o al horror. Solo un maesto de la talla de Bradbury es capaz de hacerlo. Hay relatos tan magistrales que al acabarlos me quedaba con la boca abierta. Especialmente destacables son Usher II, El marciano y Aunque siga brillando la luna, aunque todos me han encantado, incluso los que eran muy breves. Dan pie a la reflexión, algunos con un toque más tétrico, otros con más tristeza o humor, pero siempre con el potente mensaje de fondo. La crítica que hace Bradbury a la naturaleza del ser humano es brutal. Como este toma lo que quiere destrozando todo lo que está a su paso, creyendo que tiene un derecho casi divino para hacerlo. Es una de las críticas que más me gusta encontrar en los libros, y cuando están tan bien argumentadas como en este, me conquista completamente.Además, me asombra la facilidad que tenía este señor para crear dilemas enormes y profundos, pero que sean super fáciles de leer. Su lenguaje siempre es bonito y sencillo, nunca está recargado, ni tiene exceso de floritura. Me flipan este tipo de autores que con poquito te agarran bien y no te sueltan, saben tocar donde hay que tocar, sin necesidad de adornos. Crónicas marcianas consigue hacernos sentir muchas sensaciones, a través de relatos, que en algunas ocasiones no duran más de dos páginas. Por supuesto hay otros más largos, pero en cualquier caso, no sobra ni una palabra. Me flipa que vuelva a hablar de las censura a los libros y como los gobiernos autoritarios siempre tratan de atacar en primer instancia a la cultura como gran base del conocimiento, tratando así de evitar el libre pensamiento en las personas. Se ve que cuando se trata de Bradbury es un tema recurrente. Una de las cosas que más me impacta siempre de la ciencia ficción es que lo que cuenta es terriblemente familiar y extrapolable a la realidad que vivimos. En definitiva, es un libro perfecto, que te absorve desde las primeras páginas y que, a través de ellas, se va transformando poco a poco en algo totalmente diferente y sorprendente. ¡Sobervio!
¿Hay vida en marte? Esta vida en caso de haberla ¿es superior a la raza humana? La obra empieza con una serie de expediciones por parte de personas selectas en la tierra que se encuentran de pronto en un lugar totalmente distinto al que imaginaban. de inicio podría parecer una serie de historias de ciencia ficción y nada más, pero no hay algo más equivocado que esto ya que Bradbury no se ocupó demasiado en describir el cómo se llegó a marte o el por qué, sino en el presente de esa historia. Considero que Bradbury en todo lo que escribía intentaba exponer en cierta forma a la sociedad, a una sociedad que se creía perfecta, primer mundista y muy avanzada, esto lo notamos en sus aseveraciones ante el racismo en esta historia precisamente, donde en la década de 1990 (período en el que se ubica la novela, aunque fue escrita en 1946) el racismo y la esclavitud era un tema actual y nos encontramos con que sorprendentemente medio siglo después no fue sólo una fantasía o material para relatos ficticios. En fin, marte es para los humanos una especie de paraíso, donde comenzar de nuevo e intentar ser felices sin cometer las mismas equivocaciones (pocas veces es así).cronicas-marcianas-2Y al final nos encontramos con un patrón humano, la necesidad de invadir y ser superior, el poco respeto por la naturaleza, por lo que está asentado y la industrialización masiva.Contiene varias crónicas, creo que de las que más trastocan al lector son dos principalmente: la tercera expedición y el marciano, que nos llevan por una especie de terror metafísico, donde estás totalmente desconcertado ante las situaciones que se suceden y de pronto te encuentras ante una sociedad distorsionada.Al principio o en las partes medias puede aparentar ser un libro un tanto lento, principalmente por que el autor no nos da un contexto demasiado amplio, sino que con el paso de la historia vas reconstruyendo trozos del pasado y del presente.Ray-BradburyEs pues, una historia bastante recomendable, dotada de toda la belleza que tenía para escribir Bradbury.
Es muy difícil conseguir encontrar las palabras adecuadas para transmitir el entusiasmo con el que he disfrutado de este libro. Intentar sugerir a quien me lee reserve un poco de su tiempo para que se pierda en esta novela y que encuentre en ella todas las delicias que yo he disfrutado. No sabría como hacerlo sin crear unas expectativas demasiado elevadas en un libro que, te podrá gustar o no, pero que a mi me ha hechizado por completo. Llegue a él con la firme intención de ir haciendo un repaso por todas esas obras que hay que leer si o si en un momento determinado. No había leído nada de Bradbury pero los elogios en todos los foros eran evidentes, así que decidí empezar por este. Y la primera impresión fue muy mala. No sabia de que iba todo esto. Ni idea de que era una colección de relatos cuyo nexo en común era la llegada del hombre a Marte y los sucesos que allí ocurren. La decepción fue absoluta y quise dejarlo más de una vez. Por suerte me picaba la curiosidad. No se si seré buen o mal lector, pero no dejaba de ver recomendaciones y sentía que algo me estaba perdiendo, así que seguí adelante. Y de repente conecté con el libro y su modo de narrar esas crónicas. Los relatos son maravillosos. Para hacerte una idea, bajo unos textos simples e infantiles empiezan a emerger conceptos universales que tratan de describir, con mayor o menor acierto, todas las cuestiones que rodean a la condición humana. Religión, familia, soledad, muerte, pareja, miedo...en cada uno de los relatos aparecen historias aisladas totalmente demoledoras. Y encima el Bradbury se dedica a mezclar todo tipo de enfoques, desde la comedia al puro terror pero todo integrado en una historia enorme que te deja con muchas ganas de pensar y, sobre todo, de releer de nuevo la novela. Pocos autores consiguen esa Magia y, al menos en mi caso, me lleno de emoción. Ante obras como esta, poco más puedo añadir. No se la pierdan porque si eres de los que se deja llevar disfrutarán como pocos con esta magnífica novela.
Las primeras expediciones terrícolas a Marte fueron asesinadas por marcianos que, al no comprender al diferente, optaron por acabar con una posible amenaza que pueda llevarlos a la extinción como puede ver en «Agosto de 1999: los hombres de la Tierra» y «Abril del 2000: la tercera expedición». Pese a ello, los humanos continuaron llegando hasta que los pobladores de Marte fallecieron en masa debido a la varicela exportada por los colonos. La falta de comunicación entre ambas especies es constante en toda la obra. Unos y otros usan la violencia para persuadir al otro, fracasan al dialogar entre ellos y finalmente los invasores de la Tierra acaban asentándose en el cuarto planeta del Sistema Solar. Este comportamiento entre nativos y colonos es una forma más de racismo que se plasma en estos textos. Asimismo, en «Junio de 2003: un camino a través del aire» se ve la xenofobia que aun hoy en día asola gran parte de los Estados Unidos entre los estadounidenses de origen europeo y los de origen africano. Estos últimos ven en el nuevo mundo una oportunidad para liberarse de las cadenas de la discriminación a las que les someten las miradas de hombres como Samuel Teece. Huir de un clima opresivo es una de las grandes motivaciones que lleva a muchos humanos a salir del planeta azul.Como refleja este compendio de relatos, los afroamericanos no son los únicos que rechazan el sistema que gobierna La Tierra. La constante amenaza de una guerra atómica, la censura imperante en la literatura con la quema selectiva de libros que no se ajustan al régimen llevan a miles de humanos a emigrar a Marte para construir una sociedad mejor alejada de los errores que carga la de su planeta natal, ya que tienen claro que no deben repetir las mismas malas decisiones que ahogan a la población terrestre. Ese intento de crear un mundo mejor está más presente en los primeros colonos que se dedicaron a poblar de vegetación el planeta rojo como realiza Benjamin Discroll en «Diciembre de 2001: la mañana verde» o tomar caminos más drásticos como los que ejecuta William Stendahl en «Abril de 2005: Usher II». Esta historia, además de repudiar la censura literaria, rinde homenaje a los cuentos de Edgar Allan Poe, especialmente al de «La caída de la casa Usher». El detallismo con que Stendahl reproduce el hogar de los Usher imitando el texto de Allan Poe denota la admiración de Bradbury por el autor bostoniano.A pesar de los diversos motivos que llevan a los humanos a emigrar a Marte, regresan a casa cuando ven cómo un pedazo de esta explota a causa de una guerra. Les ahoga el ambiente que se respira en su hogar natal para trasladarse a otro punto del sistema solar y, sin embargo, vuelven para defenderlo porque siguen siendo terrícolas. de la misma forma que aterrizaron en masa, despegan casi todos dejando abandonado el planeta rojo. al despoblarse este, vuelve a adquirir la naturaleza de paraíso perdido donde los tentáculos de la burocracia que en La Tierra llevan a conflictos bélicos y quema de libros no cruzan las estrellas. Marte, testigo de la huella de un grupo de terrestres en su topografía, continúa en 2046 como ese nuevo planeta donde refugiarse en soledad de la sociedad humana.The Martian Chronicles reúne las vivencias de viajeros que pisan el planeta rojo llenos de esperanza, ilusión y ganas de prosperar. Aunque estén alejados de su hogar llevan consigo lo mejor y lo peor del ser humano sin que les dé tiempo a arraigar sus vicios y virtudes en Marte. Lee la reseña completa en: https://elbohemiodehojalata.wordpress.com/ Enlace: https://elbohemiodehojalata...

Comentarios de lectores del libro Crónicas marcianas

Increíble obra que, a 68 años de su publicación, sigue, tristemente, vigente. Con una prosa elegante, aunque reiterativa y redundante a veces, el autor expone la naturaleza humana a través de historias sencillas y entretenidas.

Autor del comentario: DAYKNIGHT
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Empiezo diciendo que no soy una gran fan de la ciencia-ficción. Por lo que era muy reticente a leerme un gran clásico del género como Crónicas marcianas. Pero doy gracias por haberme empeñado. Y es que ha sido una lectura realmente sorprendente, deliciosa y muy satisfactoria, que me ha enganchado de principio a fin.Es el segundo libro que leo de Ray Bradbury, apodado por algunos como "el Rey de la ciencia-ficción". A pesar del título, tan grandilocuente, Bradbury es un escritor aceptable, aunque no llega a la categoría de otros maestros como Orwell. No obstante, se defiende bastante bien, con un estilo de escritura que cuenta con una prosa ágil, un lenguaje práctico , lleno de diálogos muy ingeniosos y dinámicos, unas descripciones brillantes y visuales, así como una retahíla de personajes de lo más pintorescos y variados. Hay que destacar también la estructura del texto, en forma de capítulos de corta duración, de manera que fluidiza la lectura.En las crónicas marcianas, aparecen historias de muy diversa índole, cuyo único nexo de unión, es que transcurren en el planeta Marte. Si bien es cierto que se pueden leer de forma individual, leyendo todas seguidas, ganamos una perspectiva única y diferente de la colonización del planeta Marte, por parte de los habitantes de la tierra. Pero, a pesar de estar ubicada en otro planeta, la problemática de las historias es humana. Así que Bradbury, critica de forma despiadada, comportamientos humanos vigentes en la época actual. Y es que nada queda fuera de su visión: la religión, la ética, el medio ambiente, la filosofía, la condición y las relaciones humanas, son diseccionadas con el certero bisturí del autor, que consigue que nos horroricemos, lloremos y riamos con sus relatos. Toda esta reflexión sobre la humanidad, escrita de forma brillante, pero sin perder el buen humor y la capacidad de sorprender, nos hacen olvidarnos de que estamos ante un libro de ciencia-ficción.En suma, Las crónicas marcianas de Ray Bradbury, ha sido toda una agradable sorpresa. Lleno de acción, diversión y lucidez, el autor consigue crear un nuevo tipo de ciencia-ficción que, de seguro, aborrecerán los puristas, pero que permitirá disfrutar a un mayor espectro de público. Así que si permitís licencias artísticas dentro de la categoría espacial, os animo a que leáis y disfrutéis de este libro. Quizás así comprendamos que los humanos cometeríamos los mismos errores aunque nos fuéramos a Marte.

Autor del comentario: REAH_29
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No me gustaron la mayoría de relatos, simplemente no conecté.

Autor del comentario: MUYSINGRACIA
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Un hito de la sci-fi que apenas ha perdido vigencia. La colonización del planeta rojo por los terrícolas sirve al autor para hablar de nuestra capacidad de asombro ante lo desconocido, pero también de nuestro don innato para la destrucción, de la pérdida de ese sentido de lo maravilloso. De nuestra condición de animal excepcional, pero de animal al fin y al cabo. “...y durante unos instantes, fue verano en la tierra”, poco puede añadirse a uno de los arranques más poéticos del género (“El verano del cohete”), que dice mucho acerca de la irrupción de lo insólito en lo ordinario, en un despegue del ser humano hacia las estrellas que lo cambiará todo y será, al mismo tiempo, un viaje hacia sí mismo. El fascinante mundo de los marcianos nos lo describen los primeros relatos del libro, como “Illa”, en el que sus singulares costumbres, inventos, etc. adquieren una pátina de normalidad, mientras que la visita de los humanos es el hecho extraordinario, motivo de sueños, percepciones insólitas… también de odio, incomprensión, como deja ver “Los hombres de la tierra”, en el que lo extraño es percibido como simple locura cuando no se adecúa bien a ciertos esquemas mentales. “La tercera expedición” es casi un cuento de terror; algo no va bien tras lo que aparenta ser el hallagzo del cielo en Marte, y aquí los marcianos inspiran miedo y desconfianza en lugar de asombro. En “Aunque siga brillando la luna” descubrimos el lado brutal de los nuevos colonizadores, insensibles ante los últimos vestigios de una cultura marciana moribunda, generando violencia y enfrentamiento allá donde van, incluso cuando quieren defenderla (se hacen en este cuento unas predicciones que más adelante se cumplirán). “Encuentro nocturno”, sobre el extraño contacto entre seres de diferentes planos del tiempo y del espacio, nos lleva a un terreno casi onírico, pero donde el acercamiento de las dos razas se salda con una mayor empatía y comprensión hacia la otra parte. “Un camino a través del aire” es un acercamiento a la cuestión racial, el viaje espacial del hombre negro como intento por comenzar de nuevo y dejar atrás las injusticias sociales; poco pueden hacer contra semejante rebelión los anteriores amos, a quienes sólo les queda recrearse en su orgullo tras haber sido derrotados. La escenificación de la ficción literaria mediante la tecnología se da en “Usher II”, homenaje a Edgar Allan Poe y peculiar (y amarga) venganza truculenta contra censores varios y enemigos de la fantasía. En “El marciano” se abre paso una soledad abrumadora, la del último individuo de su especie, pero también la nuestra; nuestro egoísmo puede estar relacionado con nuestra más íntima debilidad, con nuestro anhelo imposible de que un recuerdo sea eterno.“Fuera de temporada” reitera con mucha ironía el abismo entre los seres etéreos que son los marcianos y la pragmática ingenuidad de los recién llegados, pues un acontecimiento catastrófico (la tan temida guerra nuclear) está a punto de acabar con todo. “Los pueblos silenciosos” resulta incluso profético, hablando de gente que tiene lo que quiere a su disposición, pero que habita un mundo muerto, que intenta establecer contacto humano, pero no ve más allá de sus narices (sorprende el humor mezclado con pesimismo de Bradbury). Retomando personajes anteriores, “Los largos años” nos hace replantearnos los límites de lo vivo y lo artificial (posible receptáculo de experiencias humanas ésto último), mientras que “Vendrán lluvias suaves” es un prodigio de relato, sin personajes propiamente dichos, que transcurre por entero en una casa automatizada, cual último vestigio de la civilización ante la devastación absoluta (una vez más, Bradbury te conmueve hasta con un montón de chatarra). Para finalizar, “El picnic de un millón de años” recupera en cierto modo la maravilla perdida, abriendo paso a un posible futuro esperanzador para la especie, aún expresando un fuerte alegato contra toda la estupidez que conforma el mundo (aún muy actual) y un deseo de ruptura radical con todo ello.

Autor del comentario: JACKNICHOLSON
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Hace años (una nota me recuerda que compré e intenté leer el libro hace 7 años) no pasé de la primera página, donde la descripción de la substancia que granulaba el polvo y lo mandaba al desierto me retrató un cuadro cálido de una civilización imperecedera.Volví a tomar el libro apenas hace unos días para intentar cumplir con una antigua deuda. Para colmo, el aniversario del fallecido Ray Bradbury me conminó a emprender la vieja batalla perdida. El texto es fabuloso.La razón por la cual cerré "Crónicas marcianas" en el pasado se debió posiblemente a que no había personajes principales ni solamente una narración. Mi visión del mundo ha cambiado y no tengo reparos en la confluencia y la dispersión de historias diferentes.El libro de Bradbury parece haberse quedado atrás en el tratamiento de ciertos temas como el racismo (una crónica retrata el maltrato recibido por los negros por las leyes de Jim Crow) pero en otros aspectos su actualidad es impresionante: el peligro de la guerra, la cultura de la cancelación, la migración para construir nuevos mañanas, junto con el desasosiego que no puede eliminar del todo el progreso.El libro acaba con un escenario de absurdo pero de esperanza. Pienso que Bradbury vio en Marte a los futuros EEUU. En este sentido el texto es propaganda estadounidense; esa misma imagen de los "gringos" donde la costumbre, los prejuicios, los atavismos desaparecen frente a un mundo incontaminado, que no es sino su propio país. Y esa publicidad es la que ha hecho daño al mundo porque además de mentir descaradamente, ahora ha tomado proporciones preocupantes en estas futuras elecciones presidenciales en el país del norte, donde la cultura de lo políticamente correcto podría enseñorearse del mundo.Igual soy exigente con Brabdury... no escapa de las obsesiones de su tiempo... pero lo que lo vuelve un autor siempre presente es el bello tratamiento de las realidades humanas: el amor, la aventura, la cultura, la esperanza, la frivolidad, etcétera. Por eso vale la pena leer éste y otros libros del gran autor estadounidense.

Autor del comentario: CARPETINI
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Muy buena novela que invita a reflexionar sobre el poder de destrucción de la raza humana, a la que refleja como carente de interés y/o respeto por otras culturas. Me gustaron mucho los capítulos de Un camino a través del aire, Los pueblos silenciosos, Los largos años y Vendrán lluvias suaves.

Autor del comentario: ELISCHUNK
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Siempre he pensado que Crónicas Marcianas era una metáfora sobre lo ocurrido con los nativos americanos tras la llegada del hombre blanco. Aparte de la connotación política que pudiera tener, una obra maestra de la ciencia ficción con una prosa que para sí quisieran muchos escritores.

Autor del comentario: IRAGALLEGA
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Encontré este libro en mi casa, mi novia lo había rescatado del basurero de un pariente suyo. Es en esos momentos cuando se confirma que la basura de algunos es el tesoro de otros. Debo decir que esta es una novela casi perfecta, cada cuento o "crónica" trata un tema distinto siempre manteniendo un hilo conductor bastante persistente. Problemas sobre la censura, el medio ambiente, la conquista de tierras, la locura, el amor, y sobre todo la soledad, son solo algunas materias que este libro plantea, y vaya que lo hace bien. Bradbury, haciendo uso de una prosa poética, aguda, para nada sobrecargada y muy irónica, me ha dejado con el corazón apretado luego de terminar cada cuento. Es sin duda uno de mis libros favoritos, y no puedo esperar a leerlo otra vez en algún tiempo más.

Autor del comentario: EITELTRVE
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Excelente libro que narra diferentes historias que están indirectamente conectadas, pero lo extraordinario es la lectura enganchante sobre temas actuales hablados de manera análoga en el planeta Marte.

Autor del comentario: LEONMUGEN
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El libro, en su conjunto, no me ha gustado. Aunque cabe destacar, que algunas historias son unos muy buenos lienzos para reflexionar acerca de la naturaleza humana y su afán de conquista de todo y de todos y de su afán de reproducir su manera de vivir incluso en lugares tan inverosímiles como Marte

Autor del comentario: PIPPILOTA
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