Avanzó entre las mesas de la redacción. El edificio era ya viejo, cargado de años sobre sus muros y la redacción del Week Life Magazine ocupaba la primera planta del mismo. La redacción no estaba, como en los edificios modernos, instalada en una amplÃsima nave como sà lo estaba en el Washington Post americano; allà habÃa muchas paredes y muchos despachitos, Herbert Perkins era un hombre que rondaba los cuarenta pero deseaba aparentar menos años y tenÃa elegancia innata. SolÃa comentar, con más sarcasmo que ironÃa, que habÃa nacido en buena cuna, pero que lo enterrarÃan en mala tumba.