El corredor se hallaba silencioso, en penumbra. Lancé mimirada a todo lo largo del mismo y luego hacia atrás. SabÃa que lo que deseaballevar a cabo me traerÃa consecuencias, consecuencias muy desagradables. En aquellos momentos, recordé claramente la profundasensación de desasosiego que experimenté la primera vez que avancé por aquelcorredor, siempre con poca luz, como si se tratara de ocultar la muerte quecada dÃa se paseaba por aquel lugar.