Si la chica-gata es «La mujer pantera», en la primera pelÃcula que en la novela le cuenta Molina a ValentÃn, la mujer-araña es el propio Molinita, el homosexual que quiere ser mujer. En sus relatos, con nocturnidad y algo de alevosÃa, Molina va sacando al radical y recalcitrante revolucionario ValentÃn de su abstracción. Para envolverle en la fantasÃa, en la ilusión, en el refugio que para un ser tan basureado como él es su único escape de la realidad. Pero si Molina es un marginado, también lo es ValentÃn. Dos seres tan diametralmente diversos de entrada, en un proceso sutil y casi ritual, van evolucionando de tal modo que cada uno acaba asumiendo la personalidad opuesta. [...] «La mujer araña», madre, mujer, amante, la que uno quiso ser y el otro quiso tener, acogerá a los dos. (Pepe MartÃn)