TANTO SEXO EN UN SOLO BESO
Un encargo insólito, experiencias vitales dispares y mucho surrealismo; con un cóctel asÃ, no es de extrañar que el lector acabe por reÃrse de hasta su propia sombra mientras descubre dónde acaba el camino.
Permitidme empezar por el principio.
Me llamo Emilia y nada de lo que haga o diga en el momento que os sumerjáis en estas páginas podrá ser usado en mi contra. Bueno, no mucho.
La cosa empezó con un inocente encargo, lo prometo. De acuerdo que su cometido era venderme a un pastor de madera... especial, sÃ..., pero con todo y con eso...
Me creÃa una nómada buscando la siguiente etapa de un viaje, que por extrañas circunstancias me mandaba siempre lejos, más allá de lo planeado.
Qué poco conocÃa de lo que era vagar por el mundo...
De repente dejé de avanzar. Aquella fuerza que movÃa los engranajes del destino me detuvo junto a alguien que ni mucho menos esperaba. Y esa vivencia superó con creces todo lo que habÃa podido imaginar hasta entonces.
Y si no os lo creéis, preguntadle a él.
Todo por un simple encargo.
¿Quizá fue porque le pedà un caganer?