En Holanda, entre las ciudades de Rotterdam y Ámsterdam, José Larrañaga se ocupa de sus dos primas, las dos casadas.
Pepita, una de las dos primas, está casada con Fernando, de quien sabe que mantiene una relación extraconyugal con una holandesa cuyo marido, a su vez, tolera estas aventuras sin darle mayor importancia.
Aunque Fernando pretende reconciliarse con Pepita, se mantiene en compañía de los holandeses y busca cualquier pretexto para estar lejos de ella. Larrañaga, quien ha estado enamorado de Pepita desde joven, busca estimular a su prima y rescatarla de su infelicidad a través de conversaciones intelectuales, pensando que mostrándole su forma de ver el mundo, pragmática, liberal y objetiva, quizás pueda brindarle consuelo y satisfacción.