Proudhon creÃa que la concepción habitual de la propiedad combina dos componentes distintos que, una vez identificados, mostrarÃan la diferencia entre la propiedad como una forma de tiranÃa y la propiedad usada para proteger la libertad. Argumentó que el resultado del trabajo del individuo, aquel en el que se ocupa con regularidad, genera una forma legÃtima de propiedad. Pero se opuso a que la tierra no ocupada fuera concebida como una forma de propiedad legÃtima, aceptando solamente una forma de «posesión» sobre la tierra en virtud de su real ocupación o trabajo. Por extensión, ya que sólo la tierra trabajada u ocupada es una forma de propiedad legÃtima puso también en cuestión instituciones como el interés de los préstamos o la renta del alquiler. Algunos anarquistas antiguos emplearon los términos de «posesión» y «propiedad» para distinguir lo que Proudhon entendÃa como propiedad privada del producto del trabajo por un lado, y la propiedad de la tierra por otro. En este sentido, la propiedad privada se referirÃa a la propiedad sobre la tierra baldÃa, mientras que la propiedad personal serÃa el producto del trabajo efectivamente realizado por el individuo o sobre las mercancÃas. Esta diferenciación es un componente importante en la crÃtica mutualista del capitalismo estatal.