Dijo el autor: «“Teorema” nació como si yo lo hubiese pintado con la mano derecha mientras con la izquierda componÃa un fresco en un gran muro (la pelÃcula del mismo nombre). En esa Ãndole anfibológica, no se decir qué parte prevalece: si la cinematográfica o la literaria. A decir verdad, “Teorema” fue concebido como pièce en verso, hace unos años; después se transmutó en pelÃcula, que a su vez lo corrige. Todo lo cual hace que el mejor modo de leer este manual laico acerca de una irrupción religiosa en el orden de una familia de Milán sea el de seguir los “hechos”, la “trama”, deteniéndose lo menos posible en la página. Al menos, asà lo creo yo. En cuanto al resto, el “estilo indirecto libre” burgués que, queriéndolo o no, he debido extender sobre la urdidumbre de la prosa poética, ha acabado por contagiarme hasta darme un leve sentido del humorismo, del desapego, de la mesura (haciéndome, quizá, menos escandaloso de lo que el tema hubiese requerido): sin embargo, creo que todo ha sido observado y descrito desde un ángulo visual muy extremo, quizá algo amable (no dejo de advertirlo) pero, en compensación, sin alternativas...».