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La investigación de Philippe Claudel

de Philippe Claudel - Género: Filosófico
libro gratis La investigación

Sinopsis

Autor de novelas memorables como Almas grises o El informe de Brodeck, en las que mediante una pesquisa en el pasado se iluminaba nuestra percepción del presente, Philippe Claudel ha contado desde el inicio de su carrera con un amplio respaldo de los libreros, el público y la crítica, consolidándose sin duda como uno de los escritores franceses más interesantes del momento. En esta ocasión, Claudel recurre a la fábula para cuestionar la faceta más absurda y alienante de nuestra existencia, trazando con sutileza una crítica mordaz de la sociedad actual.

Una tarde lluviosa, un individuo anodino baja de un tren en una ciudad sin nombre, extraña y familiar a un tiempo. Con paciencia, espera que alguien se presente a recogerlo, pero nadie viene. Resignado, al caer la noche se dirige a pie hacia las oficinas de la Empresa, para empezar con la tarea que le han asignado: una investigación acerca de las causas de los numerosos suicidios que se han producido entre los trabajadores de esta organización gigantesca. Sin embargo, lo que para este hombre debería ser un encargo más se convierte en una tarea complicada desde el principio: se le niega el acceso a la Empresa fuera del horario laboral, se le requiere más documentación de la que aporta y, para colmo, debe hacer frente a un cúmulo de dificultades para encontrar alojamiento. En un ambiente cada vez más hostil, el Investigador se siente vigilado y sospecha que ha caído en una oscura trampa. Sin poder comer ni dormir, rodeado de empleados que se muestran ora amables, ora amenazantes, y sin hallar respuestas a sus preguntas, el Investigador presiente que él podría ser la próxima víctima de esa máquina infernal, sin rostro, que fabrica seres vacuos e identificados, como él mismo, por la función que cumplen o más bien pretenden cumplir.


Muy bueno. Un libro para pensar, para repensarnos en nuestra sociedad, para dejar de funcionar en piloto automático, mirar alrededor y tomar decisiones por nuestra cuenta. Me ha recordado mucho, mucho El Castillo de Kafka. No había leído nada de Philippe Claudel pero no es mal momento para empezar. En esta novela de personajes sin nombre, en una ciudad inhóspita con características, e incluso climatología, distintas según sea de noche o de día, en un ambiente opresivo, agobiante y alienante, el protagonista, muy a su pesar, es El Investigador; un hombre gris que se baja del tren un atardecer lluvioso con una misión que cumplir: realizar una investigación en La Empresa en relación al alto número de suicidios detectados entre los empleados. Desde el minuto uno las cosas no funcionan como El Investigador está acostumbrado a que lo hagan, nadie le espera en la estación como estaba previsto y todo se pone en su contra para iniciar su tarea. El Investigador nos parece un hombre metódico, quizás demasiado, como demasiado funcionario, demasiado acostumbrado a que los engranajes del sistema funcionen de forma automática sin desvíos. Está tan seguro que vendrá un coche a buscarlo que se queda de pie esperando y se pone como una sopa hasta que llega a la conclusión de que se han olvidado de él. Y los engranajes de su historia sólo han comenzado a desviarse poco a poco. Vemos algo raro desde el principio porque el Investigador no parece ser la persona más decidida del mundo y no se acaba de dar cuenta que ya no está en su esquema de trabajo ni de vida hasta demasiado tarde, aunque las circunstancias son las que son y no parece poder hacer otra cosa porque en su esquema no entra el absurdo, protagonista principal. Sin batería en el móvil, poco a poco va discurriendo por una ciudad que le resulta hostil hasta lo indecible, desde el bar en el que entra al principio. La ausencia de taxis, de personas, de establecimientos abiertos le hacen deambular bajo la lluvia y la nieve, calado hasta los huesos, dando vueltas, perdido, aterido y solo hasta que da con La Empresa, una enorme mole que parece dominar la ciudad y a la que desde cualquier sitio parece poder llegarse aunque sólo para dar contra el muro que la rodea sin que encuentre la puerta y para no poder entrar cuando la encuentra protegida como un búnker y sin que se le permita entrar por cuestiones burocráticas. La nochecita toledana del Investigador nos llega a agobiar mucho, tanto que incluso, en pleno mes de julio, sentía el frío que debía estar pasando y la desesperación de buscar un hotel o cualquier refugio y no encontrarlo. Y cuando encuentra hotel, el rechazo, la locura del lugar, las escaleras, la habitación, sin baño... La situación no resulta en modo alguno normal, pero hemos acompañado al Investigador en su agonía nocturna y, como a él, ya todo nos parece creíble. A la mañana siguiente, ya con sol, El Investigador, hecho un cromo debido a la noche anterior, vuelve a emprender su misión y entonces el agobio es otro no menos absurdo que el de la noche anterior: la calle está llena de gente en las aceras que caminan todos en la misma dirección, acera arriba los de una y acera abajo los de la otra, y la calzada llena de coches, sin que El Investigador pueda cruzar la calle para llegar a la Empresa hasta que aparece en escena El Policía. El libro hay que leerlo, no os puedo contar mucho más sobre la experiencia de El Investigador en La Empresa porque temo descubrir cosas que deben descubrirse leyendo pero la situación de extrañeza, agobio y pérdida no desaparece en ningún momento ni siquiera al final digno de la Cabina, de José Luis López Vázquez. La novela da para mucho: el poder, la alienación, lo intercambiable o prescindible de las personas en las organizaciones, trabajos o funciones, la falta de empatía, la desesperanza,... Si estáis un poco depres o vuestro trabajo no acaba de ajustarse a vuestras expectativas, dejaría el libro hasta que no os afecte demasiado. Pero, en cualquier otro momento, os animo a leerlo. Y en todo caso, volver a las fuentes: Kafka, Kafka, Kafka. Enlace: https://marinieves.blogspot...
Tan extraño como difícil de leer. Con una mezcla de Charlie Kaufman, David Lynch y Saramago en su Ensayo Sobre La Ceguera, la historia de La Investigación de Claudel arranca con la llegada del Investigador a una extraña ciudad, lo han mandado a aclarar los suicidios que se han presentado en la Empresa. Sí, así no más. Todo empieza a ser un sueño retorcido, surrealista. Un viaje con la peor de las drogas y la mejor de las intenciones. Con profundos lazos metafísicos y psicológicos, la historia va profundizando en el miedo, en lo extraño, en la cotidianidad de una urbe tan particular como sus personajes. La historia tiene giros de Alicia En El País de Las Maravillas, con cuartos inmensos que se conectan a habitaciones enanas, grupos de gente que aparecen y desaparecen, queriendo enviar un mensaje sobre los inmigrantes en el proceso.... Siento que es demasiado. Mucha información, muchas intenciones de contar una gran cantidad de cosas y al final, terminan confundiendo. Tal vez solo he sido yo, pero me deja un sinsabor extraño. Aún no sé si me gustó, aún no sé si lo entendí completamente, y no sé si debería volverlo a leer o buscar una explicación por internet para cerrar ese capítulo. No sé si esa duda es buena o mala, pero es todo lo que me queda de este libro.