---

En 1845, la Royal Navy envía dos barcos, el Erebus y el Terror, al mando de sir John Franklin al Ártico canadiense para tratar de hallar el mítico Paso del Noroeste, que permitiera conectar el Atlántico y el Pacífico por una ruta mucho más corta. Los barcos se vieron atrapados por el hielo y tras un primer invierno encallados, fueron inmovilizados de nuevo el invierno siguiente, para acabar desapareciendo junto con los 129 hombres que componían la expedición. A partir de que en Inglaterra son conscientes de que algo pasa con los barcos de Franklin se inicia su búsqueda, un misterio en el que participaron incluso videntes que decían hablar con el más allá, se gastaron ingentes cantidades de dinero para tratar de descubrir que pasó con la expedición, misterio que no se ha resuelto hasta nuestros días, cuando por fin se encontraron los barcos desaparecidos. Un misterio, sin embargo, que no era tal para los ancestrales habitantes de esas regiones, los inuit, cuya tradición oral venía pasando de padres a hijos historias de hombres blancos fallecidos en la isla del Rey Guillermo y de dos grandes barcos naufragados cerca de sus costas. Sin embargo nadie tomaba en serio lo que los indígenas relataban, ya que entonces para Inglaterra los inuit estaban solo un poco por encima de los animales. Tampoco hacían caso de sus técnicas de supervivencia, de su forma de vestir y de afrontar las dificultades que plantea un territorio tan hostil, lo que sin duda fue también causa del desastre de esta expedición y de otras que tuvieron también un final trágico. El libro es un relato de esa búsqueda, tanto las expediciones durante el siglo XIX y XX, como las emprendidas en el siglo XXI. Está muy documentado y redactado de forma amena y ágil, interesante para los que gusten de peripecias en los polos pero también para los que quieran conocer la historia de la conquista de los lugares más fríos e inhóspitos del planeta.