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Ottessa Moshfegh es una de esas autoras con un estilo tan propio que solo necesitas leer unas pocas frases para reconocerla, pero lo que, en mi opinión, hace más característica a esta escritora son sus personajes femeninos, siempre profundos, reales, y honestamente, algo atormentados. La muerte en sus manos me ha parecido menos especial que Mi año de descanso y relajación, un libro absolutamente original, perturbador y que a mi me marcó muchísimo (si bajáis un poco por mi feed encontraréis la reseña).La muerte en sus manos es un libro muy particular, con apenas un personaje, Vesta. Una mujer mayor que, tras la muerte de su esposo, decide comprarse un perro, mudarse y empezar una nueva y tranquila vida en un pequeño pueblo en la naturaleza. Un buen día, paseando, encuentra una nota de lo más críptica de donde se explica que se ha producido un asesinato de alguien llamado Magda, pero no hay cuerpo, ni más pistas. En lugar de llamar a la policía, Vesta, comienza a obsesionarse con la carta y con lo que ha podido pasar (¿quién era Magda?, ¿Cómo era?, ¿Qué le pasó?, ¿Quién la mató y por qué?). A pesar de que tiene pinta de thriller, es una obra eminentemente psicológica con algo de misterio, donde veremos como las elucubraciones de la protagonista se van mezclando con recuerdos de su pasado. Así, la mayoría de la trama sucede en la mente de la protagonista.Hay momentos sumamente claustrofóbicos y escenas realmente duras de leer, pero sentí que merecía la pena pasar por ellos para disfrutar de un personaje construido tan bien como Vesta. Esta mujer está llena de arrepentimientos, rabia y dudas? estar dentro de su cabeza como lector te hace plantarte si debes confiar en esta narradora, ¿está en su sano juicio? ¿es la soledad la que la hace obsesionarse? Tengo que deciros que, personalmente, me ha gustado este libro, menos de lo que pensaba, pero aún así he disfrutado metiéndome en esos mundos particulares de Moshfegh. No obstante, creo que para nada es un libro fácil o para todo el mundo, porque la trama no avanza, más bien se mueve en círculos una y otra vez, lo cual puede resultar desesperante si no conectas con la obra. Por ello, recomendaría iniciarse con otros libros de la autora (todos son bien particulares) para ver si cuadra con vuestros gustos, y si es así, me enfrentaría a La muerte en sus manos, que considero que es una obra solo para fans.

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Hay que aceptar el hecho de que la gente te defraudará. A veces colocamos a las personas en un pedestal tan alto que no son capaces de estar a la altura de nuestras expectativas y luego nos decepcionamos. ~ La muerte en sus manos de Ottessa Moshfegh.Comenzaré diciendo que casi planto el libro en el primer capítulo que, además, es larguillo, unas 50 páginas. La protagonista me estaba sacando de quicio. Decidí seguir porque total el libro es de poco más de 200 páginas y está bien escrito pero seguía sin empatizar ni con la historia ni con la protagonista, Vesta, que es, además, la narradora de la historia.Os diré que el libro comienza con Vesta paseando a su perro Charlie por el bosque cerca de su casa cuando encuentra una nota que anuncia la muerte de una tal Magda pero el cadáver no esta allí. Y la nota termina diciendo no fui yo. Sin cadaver y sin asesino, Vesta comienza a obsesionarse con los dos y a buscar respuestas. Y a falta de encontrar alguna, decide investigar y crearlas y poco a poco nos vamos adentrando en la mente de esta mujer, de su historia y su vida, de sus pérdidas (personales y físicas).El libro me ha parecido extraño porque es un continuo enlace de una cosa tras otra y como se mezclan en la mente de la protagonista. Creo que no he entendido bien ni el libro ni el mensaje que nos han querido lanzar con este libro, salvo que este sea la renuncia de una mujer a su vida, a sus necesidades y a sus deseos en pro del contexto en el que le tocó vivir, de su esposo y de la sociedad; una renuncia de la que solo es consciente a través de desgranar una historia que no es la suya y ya al borde de la muerte y en plena soledad.