Novela entretenida y algo confusa, Calle de magia, pertenece a un subgénero muy difícil de encontrar: la fantasía contemporánea. Es decir, aquel género en el que el mundo real y cotidiano tiene que coexistir con lo fantástico y la magia. Sin embargo, el autor sale de este lío de forma excelente, creando una historia que te atrapa desde la primera página.El autor de este libro no es otro que el célebre escritor Orson Scott Card. Ya he leído otros trabajos de él y reconozco que tengo debilidad por sus obras de fantasía. Y es que no solo me parece un escritor notable, si no que su estilo resulta sencillo pero sin dejar de ser fresco y original. Cuenta con una prosa ágil, un lenguaje funcional y unas descripciones normalitas. Sin embargo, los personajes de Card son fabulosos. Construidos de forma sólida, resultan verosímiles y profundos. Y es que en este libro los aspectos psicológicos son muy importantes, ya que estamos hablando de sueños y deseos. Calle de magia nos narra una versión más oscura de los personajes fantásticos de la obra de Shakespeare, Sueño de una noche de verano, Oberon, Titania y Puck. Pero en esta novela hay un personaje más que es el protagonista de nuestra historia: Mack Street, un niño que es encontrado en un parque de Baldwin Hills, una urbanización de clase media/alta de gente de color. Mack es encontrado en una bolsa de plástico por Ceese y adoptado por Ura Lee, ambos vecinos del barrio. Pero, a medida que crece, Mack va descubriendo que tiene la capacidad de meterse en los sueños de los demás, haciendo que se cumplen de la peor manera posible. Muy pronto se da cuenta de que solo es un peón en una guerra mucho más grande, la que mantienen el rey y la reina de las hadas entre sí. En esta disputa, en la que está obligado a participar, nada es lo que parece. Deberá escoger un lado y pelear a la vez que intenta mantener a salvo a todos los habitantes del barrio. Y poco más puedo decir salvo que nos encontramos ante la típica trama que narra otra batalla del mal contra el bien. Aunque en este caso, resulta difícil decir donde está cada cual. Además también hacen acto de presencia otros temas no menos importantes, tales como el amor, los celos, los prejuicios y la insatisfacción. Al final, la novela se desarrolla de forma más o menos abrupta. Y es que el desenlace es resuelto demasiado rápido, dejándote perplejo y con ganas de más.En suma, Calle de magia, es una lectura muy entretenida que ayuda a pasar las horas muertas. Quizás no sea lo mejor del género, pero Card vuelve a demostrarnos su portentosa imaginación y su brillante manera de desarrollar tramas de forma coherente y atractiva. Mi recomendación es que no dudéis en leerlo. No volveréis a ver a vuestros vecinos de la misma manera.

Autor del comentario: REAH_29
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