Aubrey y Maturin se encuentran en Malta a la espera de embarcarse, mientras los servicios franceses los vigilan. Entran en contacto con una mujer cuyo marido está preso, que actúa como agente secreto. Aubrey descubre que en realidad su marido murió y que las cartas que recibe de él son falsificaciones. Maturin se enamora de ella.