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Siempre que leo a Norma Estrella me sorprendo. Y lo hago en el sentido positivo. Bajo una capa de humor y romance erótico, se esconden reflexiones muy interesantes que la autora proyecta a través de sus personajes. En este caso Eduardo y Eva, dos ingenieros informáticos que trabajan y viven en Barcelona, son apasionados de la tecnología y aprovechan los medios que les proporciona trabajar en una gran empresa para desarrollar sus asistentes virtuales de Inteligencia Artificial Lalo y Lala. Cuando ambos deban competir entre ellos para crear al mejor compañera/o virtual y pasar cien noches en Andrómeda la empresa donde trabajan, se creará un clima propicio para que Eva deje de ver a Edu como un chico con el ceño permanetemente fruncido y Edu empiece a ver lo bien que le sienta algunas prendas de ropa a Eva. Entre máquinas de café y vending, no sólo ellos descubrirán que el amor no entiende de programas informáticos. A través de unos diálogos chispeantes y unas situaciones muy divertidas, la autora nos invita a pensar en el futuro que las IA tendrán en nuestras vidas, la influencia de la publicidad, la precariedad laboral y el autoempleo, las relaciones de pareja, la familia y el peso de la humanidad y los sentimientos frente a la tecnología y el beneficio económico. Fresca, divertida, ideal para desconectar y terminar la lectura con una sonrisa en la cara y con más capas de lo que puede parecer a simple vista. Una historia redonda como los donetes que tanto gustan a la protagonista. Muy recomendable. Encontraréis más reseñas como esta en mi blog

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No es el primer libro que leo de esta autora. Siempre logra sorprenderme con sus historias tiernas y divertidas. Norma derrocha originalidad e imaginación como en todos sus libros aunque creo que en este último mucho más. Y como en los demás, tiene ese toque mágico que hace que sus historias sean tan especiales.Esta vez la historia se centra en dos jóvenes que trabajan en una empresa tecnológica. Casualmente, ambos han creado por separado dos asistentes virtuales (Lala y Lalo, me encanta jajaja) que les ayuda en su día a día pero sobre todo les hace compañía al sentirse tan solos. Sus asistentes ya no son considerados como circuitos eléctricos sino como compañeros, como humanos. Esto hará que les sea difícil separarse de ellos cuando su jefe, al acercarse un concurso especial sobre este tema, decide que ambos trabajen juntos para desarrollar con esos asistentes al novio y novia ideal para cuando los clientes lo compren. Cada decisión, cada cambio supondrá un pinchazo doloroso en el corazón de ambos jóvenes, pues están perdiendo a sus amigos. Pero en el proceso, Edu y Eva se irán conociendo mejor y se darán cuenta de que tienen mucho en común. Se unirán y surgirá un amor precioso, cómplice y divertido que nos hará suspirar más de una vez.Me ha encantado todo, tanto la pluma ligera y cercana de la autora (como en todas sus novelas), siempre con ese toque de ingenio y picardía creando escenas divertidas y muchas otras llenas de sentimientos. También los personajes tan bien logrados y fáciles de conocer, de llegar hasta ellos. Y no solo me refiero a los personajes humanos, sino también a los asistentes. Se les coge cariño. Para mí una historia novedosa y muy entretenida que se devora con mucha rapidez. Os lo recomiendo si os gustan los romances, la comedia y ese toque de ciencia ficción o futurista. Os sorprenderéis con esta historia.Única, original y divertida. Lo tiene todo para ser devorada en poco tiempo. Enlace: http://soleyaragones.blogspo..

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100 noches en Andrómeda es una de esas novelas en las que no paras de reír y sonreír con los guiños que Norma Estrella introduce a lo largo de sus páginas, haciendo las delicias de los lectores porque no hay nada mejor que relajarse con un libro divertido y, sin duda, este lo es, gracias a las peripecias vividas por Eva y Edu, de principio a fin. En la novela, en realidad, hay dos parejas protagonistas ya que, por un lado, tenemos a unos ingenieros informáticos con un talento increíble y, por otro, a Lala y Lalo, dos IA que ya nos gustaría tener como amigos a más de uno. La narración es de quitarse el sombrero, como siempre sucede con esta autora. Pero, además, quiero destacar el mérito que tiene el que se haya arriesgado con un argumento tan poco frecuente porque ha logrado llevarlo a su terreno y, de paso, hacernos disfrutar como si fuéramos uno más en la tropa de Andrómeda, y ¡sin que se note que es de letras puras! Encima, a partir de ahora, no podré ver unos donetes sin acordarme de esta historia, ja, ja.