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Hacia las luces del norte de ÁNgel Valenzuela

de ÁNgel Valenzuela - Género: Ficcion
libro gratis Hacia las luces del norte

Sinopsis

Andrés es homosexual y está enamorado de Demetrio, su amigo desde la adolescencia. Demetrio está comprometido, pero antes de casarse y sucumbir a una vida conformista y rutinaria, quiere hacer un viaje por carretera, desde la frontera de México a Canadá, para ver las luces del norte —la aurora boreal—. Ambos amigos aprovechan el solitario viaje para confesarse y descubrirse el uno al otro. 'Hacia las luces del norte' es una novela sobre fronteras, geográficas y personales, ambas antinaturales e impositivas, y la manera en que dos hombres aprenden a sortearlas.
"Hacia las luces del norte es de esos viajes iniciáticos que no se olvidan. Tal como sucede en esta corta, magra, inspirada y romántica novela que destila testosterona y ternura, aquellos que cruzan la frontera en El Paso terminan siendo otros al llegar a Canadá para ver la aurora boreal. Valenzuela se cuela en el auto y logra transformar al lector en un voyeurista privilegiado. Uno huele, uno escucha, uno se excita, uno entiende. Su prosa es liviana y ruda; dura y caliente; tierna y frontal a la vez. Valenzuela no se esconde; se abre entero y sabe de lo que escribe (...) Esta es su gente, sus territorios, sus obsesiones. Este libro posee carne, posee huevos, tiene corazón. Es una novela de amor entre hombres y una historia del hoy, actual, que pulsa. Este es el tipo de literatura mexicana que uno espera de un autor fronterizo del siglo 21" — de la introducción de Alberto Fuguet.


Es raro que una obra editada por Dos Bigotes me decepcione. Hacia las luces del norte, la primera novela del escritor mexicano Ángel Valenzuela prologada por Alberto Fuguet, tampoco lo hace. Fue terminar su lectura y pensar, ¡qué bonita! Im fucking speechless.Demetrio es un joven, comprometido y a punto de casarse con Marina, que se siente preocupado por no ver más allá de los cánones heredados y característicos del modo de vida americano. de modo que, en un acto impulsivo, propone a su best man o mejor amigo, Andrés, una especie de despedida de soltero a modo de viaje por carretera, desde Ciudad Juárez a Canadá, para ver la aurora boreal. Este, enamorado en secreto de Demetrio desde la preparatoria, no puede negarse y, al cabo de unos días, ambos cruzan la frontera a El Paso con el objetivo de ver las luces del norte.Algunos diréis, ¿la aurora boreal? ¡Qué locura! Y es que el viaje responde a un deseo súbito de Demetrio, agobiado de que su vida pase sin más, e inspirado por un comentario sobre las luces de colores que observa Andrés cuando se encuentra bajo los efectos del porro que ambos comparten. Una escena natural, no hay que olvidar que estamos en la tierra del narco y la maquila.«Me siento arrastrado hacia un hoyo negro y me preocupa no saber qué mierda hay al otro lado».Lo primero que llama la atención es la alternancia entre el inglés y el castellano, el «spanglish», lo cual es un acierto porque hace que los personajes no parezcan impostados. Es común, en muchos estados, el uso de estructuras gramaticales o léxico del inglés en el lenguaje coloquial de los hispanohablantes, en especial de aquellos latinos que viven en la frontera del norte de México, debido a la influencia cultural y económica norteamericana. Y eso lo sabe muy bien su autor, nativo de Ciudad Juárez y con estudios superiores cursados en El Paso. Y también la editorial, que no ha cometido el error de traducir las expresiones que aparecen en inglés, lo cual no va en detrimento de la novela; al contrario, enriquece la narración, la dota de mayor realismo e identidad. Carecería de sentido que los personajes hablen castellano puro. Esta particularidad lingüística no debe disuadir a nadie de leer la novela, pues la historia se comprende muy bien.Y el viaje comienza. Las millas se contabilizan, las ciudades se suceden y Andrés va desnudando el alma a su amigo. ¡Y de qué modo tan sublime! A veces, tierno, entrañable; otras, afilado, cortante. Siempre, sincero. Él es el verdadero narrador de esta historia de ahí el uso de la primera persona­; no obstante, hay fragmentos donde utiliza la segunda persona para dirigirse directamente a Demetrio, con lo que el autor logra la complicidad y la empatía del lector sobre un tema recurrente. ¿Qué gay no ha vivido una situación en la que se ha sentido atraído por un amigo heterosexual? Maravillosos y excitantes los momentos en que observamos cual voyeurs a Demetrio a través de la mirada atenta y enamorada de Andrés.Ángel Valenzuela nos presenta dos personajes muy bien construidos, con una actitud ante la vida muy diferente. Demetri representa a un joven de clase media, conformista con los cánones socioculturales; se siente atrapado ante el futuro que vislumbra casarse con una buena chica, comprar una casa, formar una familia y otra serie de convencionalismos, pero no hace nada por evitarlo, salvo experimentar un último momento de libertad en forma de road trip donde se atreve a probar cosas nuevas. Y si hay que saltar por encima de los sentimientos de los demás, pues se salta, no pasa nada. Andrés, por su parte, es ese joven que cuando descubre que es gay, se muestra inseguro, retraído socialmente, tarda en asumirlo; que cuando entiende los sentimientos que despierta en él su amigo, los oculta por temor a perder su amistad. Hasta que llega el momento de la aceptación de sí mismo; ese momento en que sabe quién es y lo que quiere, a partir del cual no teme vivir su homosexualidad ni acepta tonterías ni menosprecios, ni siquiera de la persona amada.Una historia sencilla, llena de sentimientos (incertidumbre, deseo, celos, amor, ira, soledad?), y una prosa, la de su autor, Ángel Valenzuela, coloquial, directa, contundente y muy visual. Una «novela de carretera sobre las fronteras, geográficas y personales, y la manera en que dos hombres aprenden a sortearlas». Un claro ejemplo de que «lo bueno, si breve, dos veces bueno». Enlace: https://despertaresdestonewa..