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Ellas hablan de Miriam Toews

de Miriam Toews - Género: Otros
libro gratis Ellas hablan

Sinopsis

Durante años, en la recóndita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistemáticamente drogadas y violadas mientras dormían. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empeñaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginación, o quizá del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tíos, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prisión pero que en apenas dos días serán liberados bajo fianza y regresarán a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones están a punto de reunirse en secreto para tomar una decisión que determinará su futuro. ¿Qué deben hacer? ¿Perdonarlos, como pide el Pastor? ¿Responder a la violencia con más violencia? ¿O marcharse para siempre?


Al comienzo de la narración, Miriam Toews nos advierte de que lo que vamos a leer está basado en los hechos acontecidos en una colonia menonita de Bolivia entre 2005 y 2009: durante este tiempo, muchas mujeres y niñas se levantaban por la mañana malheridas y doloridas tras haber sido agredidas por la noche. Los ataques se atribuyeron a fantasmas y demonios; algunos decían que las mujeres eran castigadas por sus pecados. Más tarde, se descubrió que ocho hombres de la comunidad habían administrado analgésico para animales a las mujeres para violarlas. Este hecho sirve de inspiración a la autora para imaginar qué habría pasado si las mujeres de la colonia hubiesen tomado la palabra. Si hubiesen hablado. La narración arranca con la presentación de August Epp, que será el encargado de recoger por escrito las palabras de las mujeres, ya que ellas son iletradas. Toda la historia se construye con los diálogos de las mujeres, matizados por las reflexiones del propio August, de manera que lo que leemos es el resultado de las actas de la asamblea en la que participan las mujeres que han decidido actuar (ya que no todas están de acuerdo en hacerlo). Esta elección por parte de la autora la hace prescindir de los signos propios del diálogo, que queda justificada, y dota de realismo a la historia. Este recurso narrativo al principio puede resultar extraño, pero pronto nos acostumbramos a él. Las mujeres hablan. Hablan de sentimientos, de libertad, de adoctrinamiento, de la posibilidad de interpretar lo que no saben leer, de los cuidados, de la vejez y la juventud, de la maternidad, de un mundo que no conocen, pero que saben que está ahí fuera. Y hablan de los hombres, del patriarcado (sin poder referirse a él con ese nombre, porque lo desconocen) y de su relación con aquellos que las violaron y con los que, aunque no lo hicieron, protegen a los primeros. Y sus reflexiones nos llevan a pensar en nuestras propias circunstancias; en nuestros propios encierros; en los límites, muchas veces invisibles pero a veces no tanto, que tratan de silenciar a las mujeres.
Existen en el mundo un sinfín de comunidades más o menos cerradas. Comunidades, algunas de ellas, en las que todo gira en torno a la Biblia, y las costumbres de sus gentes se nos antojan, a los que las vemos desde fuera, más que tradicionales, arcaicas. Imaginemos que en uno de estos pueblos, uno en el que las mujeres no tuvieran siquiera la posibilidad de aprender a leer, tuviera lugar un grave delito contra todas ellas. ¿Qué ocurriría al descubrirse? ¿Creéis que el asunto tendría una resolución sencilla? La respuesta a estas y otras muchas preguntas tal vez las encontréis en Ellas hablan, la novela de Miriam Toews de la que a continuación trataremos. Las mujeres de Molostchna, una cerrada colonia menonita, han sido drogadas y violadas sistemáticamente durante años. Una vez descubierto el daño que los hombres les han hecho, es hora de tomar medidas. Unas cuantas piensan que es mejor no hacer nada. Las que creen que hay que decidir entre pelear con los hombres o marcharse de la comunidad, se reúnen en secreto en un pajar. Son ocho mujeres de distintas edades: cuatro de una familia y cuatro de otra. A la asamblea ha de acudir August Epp, el maestro del pueblo, un joven que estuvo fuera de la comunidad durante años, para que redacte las actas oficiales. Tras horas compartiendo recuerdos y pensamientos sabios sobre la naturaleza, la justicia, la convivencia, el perdón, etc; haciendo conjeturas y valorando los pros y los contras tanto de una opción como de la otra, por fin las mujeres tomarán una decisión. Pero, ¿será la más acertada? ¿Las beneficiará de verdad? Hace tiempo que descubrimos que la realidad supera con creces a la ficción. Así, si bien la historia que nos propone Miriam Toews en Ellas hablan es ficción, esta tiene una base muy real, según nos cuenta la propia autora antes de comenzar la narración: lo sucedido entre 2005 y 2009 en una colonia menonita de Bolivia. Allí y entonces, las mujeres y niñas se levantaban por las mañanas doloridas y amodorradas, con signos claros de haber sido agredidas sexualmente. Los hombres atribuyeron estas agresiones a fantasmas y demonios, incluso algunos miembros de la comunidad llegaron a afirmar que las mujeres estaban siendo castigadas por sus pecados por Satán o Dios. También un grupo numeroso llegó a decir que eran unas mentirosas que trataban de ocultar adulterios. Otros, dijeron que era cosa de la imaginación femenina. La verdad era bien distinta: ocho hombres habían estado drogando y abusando sexualmente de las mujeres. Aún después de ser encarcelados, sin embargo, en 2013, las mujeres volvieron a ser agredidas. En Ellas hablan nos encontramos con un grupo de mujeres, de distintas edades y temperamentos, que ha de decidir qué hacer mientras los hombres de la comunidad encuentran el dinero para sacar de la cárcel, bajo fianza, a los agresores. Durante años, han sido fieles esposas, buenas hijas, madres y abuelas. Pero ahora no se sienten a salvo. Saben que los hombres podrían volver a agredirlas a ellas y, lo que es peor: a las más jóvenes de la comunidad. ¿Han de luchar? ¿Han de irse? Pero, ¿por qué quedarse ahora que han descubierto lo injusto que es vivir en un lugar tan machista que ni las deja aprender a leer? No todos los hombres de la comunidad son malos, sin embargo. de hecho, el narrador de esta historia es uno de ellos: August Epp. August es el maestro de la comunidad, un hombre que se marchó de ella cuando sus padres fueron excomulgados por intentar aportar algo de luz y conocimiento a los chicos y chicas del pueblo. O tal vez no fuera solo por eso, aunque August no llegue a descubrirlo hasta mucho más tarde. August, que vivió en Londres su juventud y fue encarcelado por robar un caballo, volvió a la comunidad en la que fue feliz de niño. Allí se reencontrará con Ona, el amor de toda su vida. Ona, embarazada por culpa de una de las violaciones nocturnas, es una mujer sabia y valiente ahora. ¿Podrá llegar ella a quererle? ¿Ayudará su papel en la asamblea para que esto ocurra? Ellas hablan, en definitiva, es una interesante novela feminista que nos habla de un mundo en el que las mujeres por fin despiertan para decidir si quieren seguir viviendo en una comunidad machista, con todas sus consecuencias o no. Una historia en la que tanto los personajes como el lector vivirán en un continuo carrusel emocional hasta llegar a un final que no puede más que dejar poso en el segundo. Y tú, ¿a qué esperas para plantearte con estas mujeres las cuestiones que nos muestran en esta obra? Enlace: https://laorilladelasletras...
Entre 2005 y 2009, la mujeres y niñas de Manitoba, una colonia menonita en Bolivia, fueron drogadas y violadas en repetidas ocasiones por hombres de su comunidad. ⁣⁣ ⁣Miriam Toews, que fue menonita hasta los 18 años, parte de estos terribles hechos para imaginar cómo podrían haber reaccionado estas mujeres que, en su imaginación, no optan por la venganza o la inacción, sino por algo mucho más revolucionario: la palabra. ⁣⁣ ⁣⁣ Para estas mujeres, a las que se les ha negado el conocimiento de un idioma con el que poder relacionarse con el mundo exterior, la escritura y la representación en su iglesia y su gobierno, tomar la palabra es lo más radical que pueden hacer para cambiar su situación. ⁣⁣ ⁣⁣ Y podéis decir que, entonces, puede resultar extraño que el narrador de la historia sea un hombre. Pero Miriam Toews ha reconocido que esta decisión responde a un deseo de invertir los roles tradicionales y que el hombre se convirtiera en el secretario sin voz ni voto de esta asamblea de mujeres.⁣⁣ ⁣⁣ La autora se sirve del libro para expresar su deseo de que desaparezca el patriarcado y la misoginia inherente al fundamentalismo que predican los menonitas conservadores y que haya un futuro en el que estas mujeres sean libres. Lo triste es que solo sea eso, un ejercicio de imaginación, porque la realidad es que las mujeres de Manitoba siguen viviendo bajo el peso de ese sistema patriarcal y muchas han tenido que negar las violaciones para no ser repudiadas o han recibido presiones para cambiar sus testimonios y perdonar a los violadores. ⁣⁣ ⁣⁣ Pero lo interesante del libro es esa complicidad que la autora sabe que existe entre las mujeres menonitas cuando no hay hombres. Un amor y solidaridad femeninas en las que Miriam Toews pone su esperanza para un cambio en las comunidades de menonitas más tradicionales. ⁣⁣
Existen los hechos reales: en una comunidad menonita en Bolivia, hubo a lo largo de muchos años mujeres y niñas que se despertaban doloridas, con moratones o sangrando. Se descubrió que había un grupo de hombres que las drogaban con anestesia para animales, y abusaban de ellas. Fueron detenidos, juzgados y condenados.Partiendo de estos sucesos Toews escribe esta novela en la que pretende dar voz a esas mujeres. Nos sitúa en los primeros días de las detenciones de los violadores, a quienes los líderes del poblado están tratando de sacar bajo fianza, y asistimos a la celebración de una asamblea entre las mujeres de dos de las familias del pueblo. En esa reunión van a tratar de decidir qué hacer y se les presentan tres opciones: no hacer nada, quedarse y luchar, e irse.El debate será intenso, emotivo y racional, frío en ocasiones, en otras visceral, incluso cómico a veces. Poco a poco vamos descubriendo los brutales abusos y sus consecuencias para las mujeres (enfermedades, embarazos, desprecio social, etc) a la vez que conocemos la estructura y el funcionamiento de la colonia, en la que el peso de la religión es un factor esencial, pero que está llena de hipocresía y abusos.Las actas de la asamblea llegan a nuestros ojos a través de las palabras de August Epp, un antiguo miembro de la colonia, al que las mujeres han pedido que deje constancia de todo puesto que ellas, por supuesto, son analfabetas ya que las mujeres de Molotschna no van al colegio ni aprender a leer o escribir.Muy diferente a la idea que me había hecho en la cabeza, su estilo y discurso narrativo me ha encantado. Y saber que el fondo de la historia es real hace que recomiende altamente su lectura. Estas barbaridades siguen pasando y no conocerlas es un error en el que no debemos caer.