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Leídos ya Momo y La historia interminable hace años ( los releeré algún día ) me ha apetecido volver a Ende con esta novela de brujos y pociones con héroes algo diferentes. Lo he leído durante un par de noches en una granja del campo normando, lo cual ha sido una ambientación inesperada, con las paredes de piedra,los árboles por la noche, los tarros y las chimeneas... muy teatral. Sin entrar aún en mensaje es una historia divertida, con tensión, y con un par de protagonistas muy bien dibujados. El cuervo es un campeón de lengua larga y cerebro rápido, un tipo práctico y entretenidísimo. El gato es el héroe que se oculta a sí mismo, corazón y sensibilidad, a veces quieres darle para que espabile, a veces abrazarle. La relación entre ellos da a la trama mucha vida. El mensaje resulta curioso, ya antes de entrar en los 90 Ende menciona-cuando los magos pretenden las grandes catástrofes-que las mayores desgracias además de la guerra serían la contaminación de los ríos, la muerte de los animales, el envenenamiento del aire, el agujero en el cielo( revelando inquietud por la capa de ozono) y habla de pueblos separados por un muro, muy poquito antes de la caída del muro de Berlín. El mensaje ecologista de nuevo que ya se vio en El dedo mágico de Roald Dahl. También hace una reflexión del papel del buen frente al mal, o buenos frente a malos bastante curiosa de labios de San Silvestre al filo de la Nochevieja. Y una buena lección de amistad entre seres antagónicos. Bueno, que no digo más. Leedlo que os gustará.

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La historia narra una carrera a contra reloj bipartita: Maurizio y Jacobo intentan evitar el fin del mundo, mientras que Tirania y Belcebú pretenden provocarlo. Los primeros son un gato gordinflón y un cuervo decrépito; los segundos, una bruja estrambótica y un mago ridículo. Todos ellos, formando pareja y uniendo fuerzas, deberán conseguir sus deseos, pero antes de que se acabe el año, o habrá terribles consecuencias? El libro se lee en un pispas porque el ritmo de la novela es ágil, los capítulos son muy cortos, la letra es muy grande y la pluma es sencilla. Si bien, la historia puede parecer sencilla, Michael Ende pretende enseñar que la unión hace la fuerza y que la mejor forma de lograr aquello que ansiamos es, precisamente, aunando fuerzas, uniéndonos con quienes nos rodean y remando en el mismo sentido. Creo que es una novela idónea para un público infantil que quiera iniciarse en el alucinante mundo de la lectura. Los personajes principales son graciosos, están bien construidos y a mí los cuatro me han caído bastante bien. Sí, los malos, también. La novela recrea situaciones cómicas, aventureras, fantásticas y misteriosas. Aparece algún otro personaje breve, cuya aparición me ha sorprendido para bien. Es la primera vez que leo al autor y me ha gustado bastante, aunque la historia y la pluma sean simples. Sin duda, leeré alguna otra novela del autor.

Comentarios de lectores del libro El ponche de los deseos