La Nueva York que describe Mendoza, poco se parece al que hoy podemos visitar. Por aquel entonces, Nueva York todavÃa era una ciudad peligrosa, con un alto Ãndice criminalidad, prostitución callejera y suciedad. El lector no debe confundir este libro, pues, con una guÃa turÃstica al uso, sino como un recorrido idiosincrásico por la ciudad, en la que Mendoza quizá no recurre tanto a su humor acostumbrado pero que igualmente nos deleita con toda una colección de anécdotas curiosas y simpáticas.