Nosotros fuimos dos planetas grises, apartados en un sistema solar de tantos colores.
Piel, tinta y corazón. Dos corazones tatuados con la misma aguja del dolor. Axter y Evolet crearon una historia de amor basada en todo aquello que desconocían. Su amor fue la tinta que marcó de por vida sus corazones, ambos fueron un tatuaje al corazón.