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Frankenstein, o el moderno Prometeo de Mary Shelley

de Mary Shelley - Género: Terror
libro gratis Frankenstein, o el moderno Prometeo

Sinopsis

La presente edición se completa con un documentado estudio preliminar sobre Mary Shelley y la gestación de Frankenstein a cargo de Antonio José Navarro.

Mary Shelley (1797-1851) fue hija del pensador radical William Godwin —célebre autor del revolucionario ensayo titulado Political Justice y de novelas de tradición gótica como St Leon y
Caleb Williams— y de Mary Wollstonecraft, autora de la más ardiente defensa sobre la educación y derechos de la mujer que se hubiera hecho hasta entonces, expresada en su obra Vindication of the Rights of Woman. En 1814 conoció al poeta Percy Bysshe Shelley, que sería el amor de su vida, y con quien huyó al Continente en 1814.

En la noche del 17 de junio de 1816, después de una velada en compañía de Lord Byron, Percy B. Shelley, John W. Polidori, Matthew G. Lewis, entre otros, en la que se discutió sobre el galvanismo, los experimentos del doctor Erasmus Darwin y la posibilidad de descubrir el principio vital y conferirlo a la materia inerte, Mary tuvo una pesadilla en la cual un estudiante obsesionado con la creación de vida artificial despierta y contempla horrorizado a su espantoso engendro. Este sueño fue el primer atisbo de una Criatura que se ha elevado por sí misma al pedestal de los mitos básicos del terror. A partir de esta visión de pesadilla, Mary Shelley construyó Frankenstein, o el moderno Prometeo, una historia que ha estremecido a generaciones de lectores y cuya actualidad permanente han garantizado las numerosas adaptaciones al cine. Una historia destinada no sólo a despertar el horror, sino a proponer una reflexión moral sobre la naturaleza humana y la génesis del Mal.



A estas alturas, quien no conoce o eso cree, al monstruo de Frankenstein, ya sea por la multitud de adaptaciones cinematográficas, ya sea el Frankenstein de los años 30, el de Kenneth Branagh de los 90, el jovencito Frankenstein de los Monty Phyton, la adaptación animada de Tim Burton con su Frankenweenie o el personaje que sale en la serie Penny Dreadful? Pues bien, he de decir ...cuanto daño han hecho todas estas adaptaciones a la verdadera historia creada por una jovencísima Mary Shelley!!!. Olvidad todo lo que creéis saber de la historia, coged el libro y leed.Este clásico del romanticismo con tintes góticos, considerada también ciencia ficción, fue escrito a principios del s.XIX cuando Shelley tenía 18 años, tras un verano en Suiza con Byron, Polidori y Clairmont. La historia empieza con unas cartas que Walton escribe a su hermana mientras intenta llegar al Polo Norte. En ese periplo se encuentra a Víctor Frankenstein, un científico que decide contarle su historia para que, en caso de morir, alguien más continúe su obra. Frankenstein le cuenta como su afán y obsesión por llegar a controlar ciencia, por jugar a ser dios crea a una criatura con restos inertes. Pero una vez se da cuenta lo que ha provocado su obsesión, decide huir dejando a la criatura a su suerte, con todas sus consecuencias y su propia historia. Criatura, por cierto, sin nombre y que, aunque nace inocente, su soledad y horror y desprecio que provoca su contemplación a las demás personas le van convirtiendo en un ser brutal. Ese afán de usurpar el poder divino nos lleva a descubrir que la sabiduría trae consigo la pérdida de la inocencia y conlleva el sufrimiento.Melancolía, obsesión, muerte y amor es lo que encontramos al leer esta historia en realidad. Donde nos cuestionaremos realmente quien era el monstruo y por qué.La historia está narrada por tres personajes, Frankenstein, Walton y la Criatura, alternando la redacción en primera y tercera persona, encontrando además diálogos entre los personajes y narración epistolar. Es muy rápida de leer, con una cuidada prosa y unas descripciones que nos llevan a esos lugares en los que trascurre la historia logrando que se nos llegue a erizar la piel con la historia y los pensamientos, sobretodo de la criatura.Personalmente me ha parecido sublime, y no voy a dar detalles de lo que me han parecido los personajes o su historia porque creo que es mejor que cada uno se haga su propia opinión mientras lee el libro sin verse influenciado. Simplemente, deja los perjuicios que puedas tener acerca de la historia, olvida lo que hayas podido ver en el cine o la televisión y sumérgete en la verdadera historia de Frankenstein o el moderno Prometeo.
La historia arranca con un joven aventurero de espíritu romántico y emprendedor, el capitán Walton, que va narrando de forma epistolar su proyecto de exploración del Polo Norte a su hermana, Margaret. Entre las obsesiones del capitán, una es vital:Me gustaría contar con la compañía de un hombre que me pudiera comprender, cuya mirada contestara a la mía. Puedes acusarme de ser un romántico, mi querida hermana, pero siento amargamente la necesidad de contar con un amigo.En el curso de esta expedición avistan a lo lejos a una figura de gran tamaño conduciendo un trineo tirado por varios perros y a una persona cuyo trineo, tirado por un único can, llega hasta el casco del barco del capitán Walton. La tripulación lo sube a bordo, y tras varios días recuperándose de sus congelaciones, decide contar su historia al capitán.La persona rescatada no es otra que Victor Frankenstein que, tras hacer una breve introducción a su infancia y juventud, pasará a narrar el momento en que concibió la idea de crear vida de la materia inerte, inspirado por las obras de alquimistas como Cornelio Agrippa, Paracelso y Alberto Magno. Es importante tener en cuenta, en este sentido, la gran influencia que se aprecia en Shelley de la teoría del galvanismo, muy de moda a principios del siglo XVIII, según la cual, la electricidad podría propiciar la sanación del enfermo e incluso reanimar a un cadáver.me entregué con toda la pasión a la búsqueda de la piedra filosofal y el elixir de la vida.En su camino chocará con la incomprensión de sus profesores universitarios, los cuales rechazaban cualquier idea de la ciencia que se escapará de los enfoques ilustrados, tachándolas de supersticiones y falsedades: Cada minuto, cada instante que ha desperdiciado usted en esos libros ha sido tiempo perdido, completa y absolutamente añadió el señor Krempe con enojo. Tiene usted el cerebro atestado de sistemas caducos y nombres inútiles. ¡Dios mío?! ¿En qué desierto ha estado viviendo usted? ¿Es que no había un alma caritativa que le dijera a usted que esas tonterías que ha devorado con avidez tienen más de mil años y son tan rancias como anticuadas? No esperaba encontrarme a un discípulo de Alberto Magno y de Paracelso en el siglo de la Ilustración y la ciencia. Mi querido señor, deberá usted comenzar sus estudios absolutamente desde el principio.Al final logra su propósito y, tras meses recluido en su estudio, dio vida a su monstruo (al cual, por cierto, jamás puso nombre; dirigiéndose a él como monstruo o diablo), pero al darse cuenta del horror que había creado, lo repudió y abandonó a su suerte. Este rechazo causó un fuerte resentimiento en la criatura, que privado de afecto y viendo que la humanidad le repudiaba, odiaba y atacaba por su forma y apariencia, comenzó a albergar un resentimiento sin fin y una fuerte sed de venganza hacia su creador: Víctor Frankenstein. Esa sed le condujo a cometer varios asesinatos contra las personas que éste más amaba.Pensé en el ser a quien había arrojado en medio de la humanidad y a quien había dotado de voluntad y de poder para ejecutar sus horrorosos proyectos, como aquel que había llevado a cabo, casi como si fuera mi propio vampiro, mi propio espíritu liberado de la tumba y obligado a destruir a todos aquellos que yo amaba.La segunda parte del libro comienza con una narración en primera persona del monstruo. Éste, dotado de una capacidad de raciocinio y elocuencia sin igual, muestra al lector las dificultades por las que pasó desde su nacimiento, y las injusticias que contra él cometió la sociedad. Lo cual le lleva a proclamar lo siguiente:Vengaré mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, causaré terror; y principalmente a vos, mi enemigo supremo, porque sois mi creador, os he jurado odio eterno.Cuando, en un momento álgido del relato, creador y criatura se encuentran, este último le exige a Víctor que cree una mujer, una compañera que le haga compañía y convierta su vida más soportable. Sin embargo, Frankenstein se niega:Me recorrió un escalofrío al pensar que los siglos futuros me maldecirían como si fuera la peste, y dirían que, por egoísmo, no había dudado en comprar mi propia tranquilidad a un precio que tal vez ponía en peligro la pervivencia de la especie humana.El monstruo le exhorta a realizarlo vehementemente:Tú eres mi creador, pero yo soy tu dueño: ¡obedéceme!La negativa a tal petición desencadenará un frenesí de muerte y venganza que no terminará hasta el clímax final.Conclusión:Mary Shelley nos presenta en esta ficción de terror a Víctor Frankenstein como al nuevo Prometeo, titán que robo el fuego a los dioses para dárselo a los humanos en un gesto de generosidad y compasión. Su relato es una oda al romanticismo, con abundancia de descripciones de paisajes y sentimientos que expresan la personalidad atormentada del personaje principal, así como pasajes poéticos como éste:Elizabeth también lloraba y era desgraciada; pero la suya era también la tristeza de la inocencia, la cual, como una nube que pasa sobre la pálida luna, durante un instante la oculta, pero no puede matar su brillo.En el fondo, tras esta historia tan fantástica, narrada en su totalidad en primera persona, subyace un mensaje moralizante: la ciencia no puede suplantar a la naturaleza; no podemos jugar a ser dioses.Cuando reflexioné sobre el trabajo que había realizado, nada menos que la creación de un animal sensible y racional, no me pude considerar uno más entre todos los demás científicos. Pero ese sentimiento que entonces me animó ahora solo me sirve para sumergirme aún más en el fango. Todas mis fantasías y esperanzas han quedado en nada; y como aquel arcángel que aspiraba a la omnipotencia, ahora me veo encadenado en un infierno eterno.
Como intento hacer una vez al año o cada dos, siempre leo este clásico de la literatura gótica. Un libro que me ha fascinado desde la primera vez que lo leí por esa forma tan dramática de tomar la vida. Como el personaje principal toma al principio su proyecto principal con mucha ilusión y se acaba convirtiendo en su peor pesadilla. Como este sueño destruye todo su mundo y él no puede hacer nada, ¿o sí? Esto es algo que podemos plantearnos a lo largo de toda la obra y escuchar los lamentos de Victor Frankenstein.( Sí, Frankenstein no es el monstruo es el doctor como nos hicieron creer en alguna película.) También podemos pensarlo en las mejores escenas del libro. Esos encuentros entre creador y criatura. Esos diálogos seguro que han inspirado a muchos otros autores y es que tienen mucho sentimiento por parte de los dos protagonistas. Haciendo dudar al lector de quien tiene razón en cada una de las intervenciones. Qué sería lo correcto, lo que dice el monstruo o lo que dice Victor. ¿Puede hacer algo o no Victor contra el monstruo?¿Puede ayudarlo u olvidarse de él?Además de todas estas reflexiones que te hace el libro disfruté mucho de las descripciones tan pulidas de lugares, de sentimientos de los personajes. Y es que sin una buena ambientación este libro no sería nada. La autora consiguió meter al lector en muchos de los lugares angustiosos, claustrofóficos e inquietantes por los que pasan los protagonistas. Los dos personajes principales están muy bien trabajados y desarrollados. Sabiendo lo que van a hacer en cada momento. Sabes que aunque muestren una cara a los demás por dentro sufren. Puede que el resto de personajes estén menos trabajados para darles mayor importancia a esos sentimientos de los personajes principales. Pero a lo mejor mostrar más sobre ellos, podría haber sentido más el sufrimiento del monstruo por sus amigos de la cabaña o por las perdidas de Victor. Ya que todo sucedía bastante rápido para seguir con su lucha entre ellos.A lo largo del libro, sabes cual va a ser el final de esa historia o la intuyes. Lo bueno es que al contar la historia Victor a Walton puede no volver a pasar por el mismo error o eso es lo que el quiere al contar con tanto sentimiento todo lo que ha pasado.Para mi es de esos clásicos imprescindibles que llegó a los lectores por casualidad. Ya que todo fue obra del aburrimiento y una apuesta entre escritores en un viaje. Así que gracias Lord Byron por su genial idea.En conclusión, un clásico de la literatura gótico donde se enfrenta el bien contra el mal, la luz y la oscuridad. Donde vemos como en un segundo los sueños se convierten en pesadillas y la cordura llevan a la locura por las malas decisiones. Como estas malas decisiones te persiguen siempre hasta tu muerte. Un trabajo redondo, muy pulido en cuanto a descripciones y trabajo en los personajes principales. Por mi una de las recomendaciones para todo lector Enlace: https://almalectora.blogspot..
Teniendo en cuenta los clásicos que voy leyendo y lo poco que me convencen últimamente, mis expectativas estaban en el subsuelo, solo quería conocer la historia original de la que salen tantas adaptaciones, de conocer al verdadero monstruo y su naturaleza, saciar un poquito mi curiosidad y, ya, detrás de todo eso, ver si la historia en sí me gusta y... oh, vaya si me ha gustado.Lo primero que más me ha sorprendido es que siempre hemos conocido esta novela por medio del monstruo, al que además, durante la mayor parte de nuestras vidas nos habremos dirigido erróneamente como Frankenstein, cuando se trata del doctor y la propia criatura ni siquiera tiene nombre, ni nadie que le quería dar uno (cosa con la que la verdad es que podría haberse arreglado gran parte de la historia, un poquito de amor y toda la novela no habría existido, pero bueno), pero esta no es su historia, es más, hasta podría decir que es una historia dentro de otra, con pequeñas ramificaciones de otras historias interiores, como si fuese una matrioska pero más que con muñecas, con historias escritas. Primero todo comienza con las cartas de un hombre que está viajando en un barco (o algo así, en realidad ni me acuerdo, pero su relevancia es más bien nula), para después adentrarse en lo que realmente importa: la vida del doctor Frankenstein, desde que vive con su familia y se comienza a interesar por una ciencia extraña y por poder dar vida a una criatura creada de cero, hasta el momento que llega a parar al navío, sin apenas fuerzas y con el miedo entremezclado con la rabia por encontrar a la criatura a la que dio vida.No es una historia que se suceda rápido, va avanzando poquito a poco, se entrelaza con reflexiones y algunas incluso un poco encubiertas, de esas que te hacen pensar acerca de la humanidad, de la venganza, de quién es el verdadero monstruo y sentir ese quedo dolor por una vida que no tendría que haberse creado si no se pretendía cuidarlo o, al menos, a la que quizás se debería haber tratado de otra manera desde el inicio.Todo ello unido con la pluma de Mary Shelley la verdad es que me ha encandilado a su manera, me ha hecho sentir y dejarme llevar por sus palabras, sus párrafos cargados de ese aire denso de novela clásica, pero a la vez con ese toque que engancha por seguir sabiendo más. El diálogo es casi nulo, al fin y al cabo, se trata de un relato (mucho me sorprende en esta clase de historias que los personajes SIEMPRE se acuerdan de las palabras exactas de conversaciones que mantuvieron meses atrás, yo solo recuerdo las palabras que me llegan en flashbacks cuando metí la pata o dije cosas que dieron verdadera grima, pero en general no recuerdo ni qué he comido hace tres horas...), pero la prosa de la autora no hace que la lectura sea lenta, lleva al lector hacia reflexiones en las que podría no haber pensado, atrae aspectos que hacen dudar de la humanidad de los seres humanos y de los porqués de la sed de venganza del monstruo. Su historia es de las que duele, de las que crueles que se van instalando en la empatía del lector y producen esa sensación de frustración, de aprecio y de dolor, de las injusticias y de aquello que produce la falta de cariño.Podría decir sin lugar a dudas que mi personaje favorito ha sido el monstruo, la personalidad tan redonda que tiene, las razones tan claras de su forma de actuar, los pequeños pasitos que fue dando para que los humanos pudieran aceptarlo en sus vidas... y el rechazo que recibe. Una vez y otra. Y otra más. Y la sed de venganza, hacia todos ellos y, especialmente, hacia su creador, aquella persona que lo dejó vagar por el mundo, con el miedo de lo que había creado y, en mayor medida, con la repugnancia. Cuántas cosas habrían sido distintas de haberlo aceptado. Cuántas muertes se habrían evitado de darle aquello que merecía, una persona en la que cobijarse, un aprecio y unas palabras con el resto de humanos, para que no fuese su aspecto externo lo que se mostrara, sino su interior, ese que era moldeable y los humanos moldearon para dejarlo como a una criatura llena de odio.A pesar de que la mayor parte de la novela la he disfrutado muchísimo, hay algunos aspectos que no me han convencido para llevarse la nota máxima, aspectos como el sinsentido de que el doctor se colara en cementerio para robar trozos de cuerpos de sus muertos (wtf?) o el mismo hecho de que, aunque la creación se llevo a cabo durante meses, ni uno solo de esos órganos se pudriese en el transcurso. Así como la repetitiva desdicha de Frankenstein en la recta final, ese ciclo en el que entró y todo se tornaba monótono y cansino, de verdad, todo empezó de su mano y la de quejas que salieron por su boca la verdad es que eran demasiadas, si lo hubiese creado un poquito más guapo y le hubiese dado un poquito de cariño, no habría habido ni quejas, ni venganza y todo habría acabado siendo fantabuloso, pero no, el tío tenía que dar la nota y contar lo mal que estaba y cuánto se arrepentía de lo que había hecho...En fin, me alegro mucho de haber dado una oportunidad a esta historia. Quizás no se convierta en uno de mis clásicos favoritos, pero sí uno de esos que me ha marcado.