Un libro de relatos cortos que anticipa el talento narrativo que Guillermo Martínez iba a desplegar en sus futuras obras. Historias de suspenso, cuentos mágicos, relatos policiales breves, algunos otros absurdos y con un toque hilarante. Juntos, constituyen un libro que se disfruta. Y eso es bastante. 4 s Guille :)8

Sentimientos encontrados. Primera vez leyendo a este tocayo y con unos párrafos es suficiente para darse cuenta que el tipo es un maestro. El primer relato, que da título al libro, revela a un autor que utiliza frases pulidas, juega con desenvoltura el tono del relato y con los personajes, además de manejar un sentido del humor que no pierde la sutileza. Quiero decir, que es un cuento perfecto.

Por desgracia el libro continúa, y en el siguiente relato, Brindis con Witold, aparecen los lastres con que cargará el resto de la obra. Este trata sobre una reunión familiar, donde los asistentes juegan a sacar la lengua a un bebé, con el objetivo de que este los imite, lo que da pie a que el protagonista realice especulaciones subidas de tono, basadas en la lengua de las mujeres de su familia. Eso es todo el cuento. Hace mucho que no se me escapaba en voz alta un "que cuento tan malo" al terminar de leer.

Los siguientes cuentos juegan con tonos entre costumbristas, fantásticos, absurdos y patéticos (muy a lo Kafka). Por ellos desfilan los demonios que pueblan este infierno: hombres apocados, mujeres pechugonas, pueblitos perdidos, profesores universitarios, sexo pecaminoso y sin consumar. Las situaciones son siempre interesantes y la técnica del autor es impecable. Destaco La víctima, donde se usa un libro de Patricia Highsmith para hacer el juego de las dos realidades paralelas, al estilo de La noche boca arriba de Cortazar.

Aquí es donde, a fuerza de repetición, comienzan a molestar sus personajes femeninos débiles, a quienes se les describe con insistencia ciertas partes de su anatomía, sobre todo aquellas que le resultan más interesantes a nuestro mamífero escritor. Esto, por dar un ejemplo, llega a ser ridículo en Un exámen díficil, donde un profesor debe escapar de sus indignados estudiantes, pero se detiene en cada párrafo para describirnos como se mueven los pechos de su alumna mientras corre.

No soy ningún moralista. Si me ponen un buen culito delante, lo agradezco, como la gente decente. La cosa es que debe ser agradable para todos los involucrados. Acá es como si el autor pusiera fotos de unas nalgas ilustrando un texto de termodinámica: no aporta y distrae demasiado. La cosa cambia por completo cuando el sexo es el tema central de la historia, como en Esa cuestión de orificios o Un descenso al infierno (grandes cuentos ambos), donde que el autor dedique algún parrafito a describirnos los pezones del personaje central, me parece hasta una cortesía.

En fin, toda una maraña de emociones para un libro tan pequeño. ¿Volvería a aventurarme con este Guille? Claro que yes.

3 s Agus Ledesma80 10

Qué cuentos feos, como que envejecieron muy mal. Quizás a fines de los 90 no se notaba pero leídos en 2023 es otra cosa.
Los personajes protagonistas son todos unos pajeros con aspiraciones académicas y las minas quedan encasilladas en objetos sexuales.
Le pongo dos estrellas y no una solo porque el cuento “Infierno grande” me parece buenísimo. Los demás son olvidables.3 s Fede Boccacci244 13

El primer libro de Guillermo Martínez tiene cuentos excelentes. Destaco dos.

- "Infierno grande". De los mejores cuentos que leí escritos en Argentina y sobre Argentina. Un relato que te lleva por una trama que cuando llega al final te das cuenta que siempre estuvo hablando de otra cosa y de un tema mucho más pesado.

- "Unos ojos fatigados". Es un ejercicio genial de narrativa que con tan pocos elementos el autor haya construido un relato hiper condensado y sólido de ciencia ficción.
También me gustó "Baile en el Marcone".

Encontré algunos temas recurrentes en varios relatos (al menos en dos o tres por tema):
- protagonistas del área de las ciencias exactas y ambientes académicos-alter ego de Martínez (La timidez invencible del profesor Pipkin, El recuperatorio, Deleites y sobresaltos de la sombreridad, Un examen muy difícil)
- personajes varones que se ven atraídos por una mujer pero que al acercarse y conocerla encuentran razones para huir (Baile en el Marcone, El recuperatorio, Deleites y…)
- adolescentes o jóvenes en la edad del despertar del deseo sexual o de la pérdida de la inocencia (Brindis con Witold, Baile en el Marcone)
- protagonistas lectores o escritores (La víctima, Unos ojos fatigados)
- contexto de Argentina en la época de la dictadura (Relato de un piscicultor, Infierno Grande, La timidez…).2 s Cari Garcia21 2

Me decepcionaron un poco estos cuentos. Los personajes femeninos dejan mucho que desear y los masculinos solo hacen comentarios sobre los cuerpos de ellas.
Me quedo con la forma de narrar que tiene Martínez en todos sus libros.2 s Matías Ruiz132 2

Publicada por primera vez en 1989, "Infierno Grande" es el debut literario de Guillermo Martínez. El mismo es una colección que recopila un total de 12 cuentos, habiendo ciertas conexiones/semejanzas entre algunos. He aquí una breve síntesis de lo que me pareció cada uno:

1) "Infierno Grande": es el relato que le da nombre a la colección. La historia gira alrededor de un rumor que surge sobre un muchacho que mantiene una aventura con "La Francesa", la mujer del peluquero de Puente Viejo. Un día ambos desaparecen y en el pueblo todos dan por supuesto que el peluquero los asesinó. Cuando la gente comienza a buscar los presuntos cuerpos enterrados en la playa, pronto encontrarán más de lo que hubieran deseado. De los mejores cuentos, con 1 gran final.

2) "Brindis con Witold": honestamente, no entendí el simbolismo de este relato (si es que lo hay). Básicamente, se trata de una familia reunida en donde todos comienzan a sacarle la lengua a un bebé que padece un problema en el frenillo (querían ver si él era capaz de sacar la lengua aunque sea por imitación). Hay una descripción lasciva de las lenguas de los miembros de la familia, lo cual me resultó poco gustoso de leer. No me quedó del todo claro la finalidad del relato en sí.

3) "Baile en la Marcones": un joven en busca de una mujer con la que pasar el rato termina parando en un hotel donde, en uno de los últimos piso, hay una especie de discoteca. Allí, mujeres maduras buscan ser seducidas por hombres jóvenes. El protagonista, sin embargo, comienza a bailar con una joven, de aires ausentes, que está pendiente de su "amiga", quién está bailando a pocos metros con una "estrella del rock". En resumidas cuentas, este relato no me pareció ni bueno ni malo.

4) "La victima": Roberto, un lector voraz y amante de los libros, decide subirse a un micro y viajar para recuperar a Susana, su novia que lo dejó por carta. En el viaje se pone a leer un libro llamado "La Victima", que trata de un hombre que resulta herido durante un robo, razón por la que decide comprar una arma. Este hombre decide convertirse en asesino y se pone a buscar una victima para cometer su primer asesinato. Roberto se deja absorber por el personaje de la novela que está leyendo, alimentando el monstruo desconocido que lleva dentro suyo. El final de este relato lo encontré prometedor: si hubiera escrito un poco más, habría sido interesante ver lo que sucedía.

5) "El recuperatorio": trata sobre un ayudante de Lógica Matemática que imparte clases en una universidad. Entre sus alumnos hay una muchacha hermosa, pero triste, que no muestra el menor interés por la materia. La joven reprueba los parciales pero tiene la oportunidad de presentarse al recuperatorio, si es que lo desea. Aunque, en realidad, a la chica no le importa absolutamente nada. Me pareció conciso y directo. De los cuentos que seguramente me queden grabados tiempo después.

6) "Deleites y sobresaltos de la sombreridad": el cuento más surrealista de todos. Tras haberse retrasado con el pago de una factura, un hombre se dirige a abonarla. En las filas de colas de gente, ve a una mujer con un sombrero extravagante. Lo que es raro es que a él lo obligan a usar uno para hacer fila (pese a que nadie más los usa). Entabla una conversación con la mujer sobre el horóscopo, los sombreros y las estampillas. Los problemas surgen cuando le toca pagar la boleta y de ahí en más... nada, el relato tiene un final desconcertante. No entendí que quiso hacer acá el autor.

7) "Billete de mil": un jubilado que viaja en tren ve que a un señor se le cae un billete de mil pesos. Haciéndose el desentendido, pisa el billete con su pie y espera el momento en que el viejo se baje del tren para quedarse con el dinero. Pero este no se baja y el jubilado le sigue el juego, aunque lo lleve a cualquier destino. Este cuento, curiosamente, lo encontré bastante entretenido de leer.

8) "Un examen muy difícil": un profesor de Lógica Matemática (Guillermo Martínez es matemático además de escritor, de ahí a que la mayoría de sus personajes tienen una profesión relacionado con los números y las formulas matemáticas) organiza un examen final bastante difícil. Sus alumnos, quienes lo detestan, se alzan en protesta contra él y este profesor (acompañado por una de sus alumnas provocativas) escapa del recinto antes de que las cosas se pongan violentas. Es un relato raro aunque de los más interesantes que ofrece Guillermo Martínez en esta particular colección.

9) "La timidez invencible del Profesor Pipkin": cuando un educador de gramática es invitado a dar una charla en Puente Viejo, este decide ir a recortarse la barba a fin de lucir más presentable. Engañado por unos adolescentes desgraciados, el pobre termina a parar en la peluquería de un ex convicto acusado de asesinar a su mujer por haber tenido en el pasado una aventura con otro hombre. Me pareció muy bueno y, como otros, prometedor, al menos de seguir un poco más.

10) "Esa cuestión de orificios": es el relato más erótico del libro. Un joven becado en Matemática se muda a un apartamento cuyas ventanas dan directo al dormitorio de una cuarentona que mantiene regularmente relaciones sexuales. Este joven se obsesiona con la mujer a tal punto que no puedo dejar de espiarla. Sus gritos lo mantienen en vela y provocan que descuide sus estudios, poniendo en peligro su futuro, su tesis, su sanidad y la posibilidad de que le renueven la beca. Eso es todo.

11) "Un descenso al infinito": otro relato interesante pero que no le encontré sentido de existencia. En pocas palabras, es la crónica de un joven que se muda a la ciudad a estudiar una carrera universitaria (a insistencia de su padre), pero que termina dejando para ver si consigue suerte con la natación (spoiler, no lo hace). Se siente atraído por una chica de su edificio, que pasa sus horas tomando sol en la terraza. Palabras más, palabras menos, el descenso es una alegoría erótica.

12) "Retrato de un piscicultor": el último cuento versa sobre un hombre obsesionado con los peces y su deseo de genéticamente alterarlos para que adquieran un colorante tono azul. Eso, básicamente.

En resumidas cuentas, "Infierno Grande" es un libro que tiene un montón de cosas buenas y un montón de cosas malas, lo que hace que mi evaluación final está presionada entre la espada y la pared. Lo que tiene de bueno es que Guillermo Martínez es un excelentísimo narrador: es notable que sabe escribir y que tiene talento para crear el ambiente en cada uno de sus relatos. Lo malo es que algunos de sus relatos, por más originales que sean, son extraños. Y algo que me resulto notable es que tiene una especie de fijación sexual por describir con minuciosos detalles el aspecto físico de todas y cada una de las mujeres que aparecen en sus escritos. Me atrevería a decir que ni siquiera George RR Martin le pone tanto énfasis a la descripción de la anotomía femenina en su saga. Esto es algo que Martínez hace mucho en sus libros, siendo casi su sello personal. No me imagino como pudo haber sido recibido en su momentos estas descripciones, pero hoy en día creo que muchos (entre los que me incluyo) pueden encontrarlo innecesario, como molesto y/o hasta ofensivo. A ver, que básicamente lo que quiero decir es que las mujeres en estos relatos quedan reducidos a ser puros objetos sexuales, incluso aquellas que solo aparecen una línea y están ahí de fondo. Exceptuando eso, el libro se lee rápido y consagra un más que "aceptable". Como lector veterano que soy de este autor, sé que sus otras obras son mucho, pero mucho mejores que esta mencionada. Hernan Alvarez168 11

Premio del Fondo Nacional de las Artes. Prólogo de Liliana Heker.

Estos dos últimos datos, sumados a mis lecturas de "Acerca de Roderer" y "Crimenes imperceptibles", hacian que hace rato tuviera ganas de leer este libro. Las dos novelas cuentan con un estilo ágil y preciso y una estructura bien armada que mantienen al lector interesaso y atrapado hasta el final.

En la gran mayoría de los cuentos de este libro esas virtudes se mantienen. No hay mejor elogio que decir que funcionan. Destaco especialmente a "Infierno Grande" (el mejor del libro), "La timidez invencible del profesor pipkin" y "Billete de Mil" en el cual un hallazgo se tranforma en una pesadilla infernal.

El problema aparece con los personajes femeninos. Todas son unidimensionales, meros objetos de deseo (que en la mayoria de los casos no se consuma).

Aún tengo pendientes "La lenta muerte de Luciana B." (ahora película de Netflix) y "Los crímenes de Alicia" (secuela de "Crímenes imperceptibles"). Ari89 1 follower

Un libro de cuentos cortos, donde todos te atraen, todos o la mayoría guardan en sí personajes que pareciesen tienen algo del autor. Ese hilo de historias, algunas que se cruzan, otras que llegan a los límites de la cordura, pero que siempre mantienen al lector alerta por lo que sucederá. Al principio me quejé por el final de los primeros cuentos, al finalizar creo que es lo que más me gustó. Esos finales donde uno puede intervenir con su imaginación para redimir o sepultar a los personajes.
Cada relato profundiza sobre la personalidad de quien lo interpreta, a veces uno siente que se parece más o menos a uno, eso lo convierte en un atractivo distinto.
Ciudades del interior, la matemáticas y un Buenos Aires siempre distante. Lara Betancor25

Llegué a este libro por el cuento Infierno Grande, que lo leí en la facultad. Lo releí y me sigue pareciendo de lo mejor. Los demás cuentos también están ok. Me gustó mucho el del piscicultor, el del recuperatorio y del examen final. Mi única "crítica", que es mas un comentario de una persona que lee este libro del 86 en 2023, es que me aburrió y hasta me desagradó que los personajes femeninos siempre eran para el protagonista, siempre tímido y medio inadaptado, unas meras piernas y tetas para admirar. Se puede hacer más que describir cuerpos y calentarse. Fernando Zitter121 1 follower

Cada vez que leo una antologia nose por donde empezar a escribir, podria comentar algo de cada cuento pero siento que pierde un toque la gracia.
Lo que me gusto de este libro fue como los cuentos tenian como una pareja con el mimo eje tematico, hasta de estilo artistico esto le da una estructura muy genial.
Si tengo que destacar alguno serian: Infierno grande, Brindis con Witold, Un examen muy dificil y Retrato de un piscicultor. Pato Pereyra79 2

Me encantaron los cuentos de Guillermo.
Un examen muy difícil me pareció el mejor cuento que he leido en mucho tiempo, quizás porque el tema me toca de cerca. Un profesor, un examen...pero como ocurre en este libro la historia vira hacia la irrealidad, y el desconcierto2018 María52

“Porque las fechas son los bordes de agujeros que dan vértigo: uno puede caerse en el medio y en el medio nunca hay nada” Miasol_xd9 Read

It was quitee good but kinda confusing tbh Fabricio Canavero89

Es el primer libro que leo de Guillermo Martínez y realmente creo haber encontrado otro gran escritor argentino. Me fascinan los libros de cuentos y este me dejó bastante satisfecho. La gran mayoría me gustaron y los que no, no me parecen cuentos espantoso, simplemente hay cuentos muy buenos y otros más sencillos y básicos en comparación.
Este libro lo compré en mis vacaciones a la costa y empecé a leerlo de regreso a mi casa, durante el viaje en la ruta. Cuando acabé el cuento primero, Infierno Grande, tuve que hacer una larga pausa y mirar por la ventana, tratando de digerir lo que había leído. Inmediatamente una sonrisa se me dibujó en la cara y pensé, con emoción, que acababa de descubrir un libro estupendo. Y así fue.
Mis 3 favoritos son Infierno Grande (con un desenlace inesperado y revelador), Baile en el Marcone y Un Examen Muy Difícil. Pero también me gustó Brindis Con Witold (que habla de un tema muy cercano a todas las personas, supongo, y de una manera original), El Recuperatorio y esa cuestión de orificios. Una antología que vale la pena leer, y de la cual no se habla mucho. Sebastián Zubia4

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