Diario de Adán: Esta nueva criatura de pelo largo se entromete bastante. Siempre está merodeando y me sigue a todas partes. Eso no me gusta, no estoy habituado a la compañÃa. PreferirÃa que se quedara con los otros animales. Hoy está nublado, hay viento del este, creo que tendremos lluvia ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra?? Ahora lo recuerdo: la usa la nueva criatura.
Diario de Eva: Toda la semana lo seguà y traté de entablar relaciones con él. Yo soy la que tuvo que hablar, porque él es tÃmido, pero no me importa. ParecÃa complacido de tenerme alrededor y usé el sociable nosotros varias veces, porque él parecÃa halagado de verse incluido.
Desde su edición original en 1906, los Diarios de Adán y Eva no han perdido vigencia. La poderosa combinación de ironÃa y ternura que habita en sus páginas, hacen de este trabajo uno de los mayores de Twain y de la literatura humorÃstica, desentrañando lo que realmente sucedió en el JardÃn del Edén antes del percance frutal.