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Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez

de Mariana Enríquez - Género: Ficcion
libro gratis Las cosas que perdimos en el fuego

Sinopsis

En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando así en el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosímil. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza. Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… Mariana Enriquez es una de las narradoras más valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier país o lengua. Transforma géneros literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la crónica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raíces, las llamas y las tinieblas de toda existencia.


Accedí a este libro ya que durante este confinamiento por el virus COVID-19, la editorial Anagrama, desde su sitio web, liberó algunos títulos en formato electrónico. Es el primer libro que leo en el Kindle y la verdad es que fue mucho mejor de lo que pensaba, siempre tuve el prejuicio con los libros digitales, sin embargo ya entiendo perfectamente los beneficios de leer en este formato.Desde la primera frase me encantó, me atrapó por completo la forma de escribir de la autora, el uso preciso de la puntuación y las expresiones argentinas. Desde el primer momento escuché su voz dentro de mi cabeza contándome estos doce cuentos. Mi amiga, Lucía, me dijo que me iba a gustar este libro: que es oscuro como me gustan.Enganché enseguida con el primer cuento, del degolladito, me sentí en la casa vieja y hermosa de Constitución, en la que vive la protagonista. Me identifiqué con esta protagonista, que la creen loca por elegir vivir en la casa familiar, sola y en un barrio olvidado. Varios de los doce cuentos se desarrollan en casas viejas o abandonadas. A mi también me gustan las casas antiguas. Constitución es un barrio marginal y peligroso de Buenos Aires, la cruda realidad de las personas que viven en las calles, sin domicilio fijo, de estos barrios es la pesadilla cotidiana que testimonia el personaje principal de este cuento. La precaria situación de los adictos al paco la droga más marginal de la capital porteña me recuerdan a la similar situación de los adictos al basuco de la ciudad en la que vivo, capital ecuatoriana. Me imaginé, por un momento, que en todas las ciudades del mundo deben perdurar estas casas y mansiones del pasado que resisten el paso del tiempo. Me emocionó la idea de conocerlas todas. Después me dió un poco de recelo imaginar todos los fantasmas que las habitan.Me fascina cómo la autora, desde el yo que narra, logra comunicarnos las emociones más profundas y escondidas de sus personajes. Por ejemplo, en el cuento La Hostería sobre dos chicas adolescentes, la forma en la que describe Florencia a su amiga Rocío evidencia un enamoramiento que el propio personaje ni se entera todavía. Es como si la autora, nos permitiera hurgar en los pensamientos más inconscientes de sus protagonistas y así hurgar en los nuestros. Las imágenes que describe son tan precisas que resultan casi conocidas. Es por esto que las descripciones de escenas perturbadoras y terroríficas dejan una huella clara - cicatrices- en la mente, difíciles de olvidar. Los personajes que narran y nos cuentan la historia, siempre distintos, nos resultan conocidos, parecidos a nosotros mismos. Representan actitudes y pensamientos comunes pero profundos, que nadie los menciona en voz alta pero que son fáciles de reconocer en uno mismo.Cada cuento resulta interesante, fácil y rápido de leer, es complicado perder el ritmo de lectura ya que la angustia se asienta lentamente como otra protagonista escondida. El libro me lo he leído en un total de 5 días, ha sido totalmente atrapante y envolvente. El cuento que me causó pesadillas, a pesar de que lo disfruté mucho, por sus angustiantes imágenes es El patio del vecino. La oscuridad, la magia, los espíritus, los asesinos, la fantasía, la maldad y el dolor existen retratadas en el cotidiano de los personajes más comunes, se vuelven casi reales. En un trasfondo de crítica social y política del país, sobre todo en el primer y en el último cuento, Mariana Enríquez habla de lo que nadie habla: de la extrema pobreza, las adicciones, la dictadura, las drogas, las malformaciones, las enfermedades mentales, el machismo, la locura, la soledad, los asesinatos, la depresión y la misoginia. Todos estos elementos de terror que vemos diariamente y nos resultan indiferentes y normales.
Las quemas las hacen los hombres, chiquita. Siempre nos quemaron. Ahora nos quemamos nosotras. Pero no nos vamos a morir: vamos a mostrar nuestras cicatrices.Hacia tiempo que quería ponerme con Mariana Enriquez, intuía que podía conectar con ella y con sus historias y ciertamente a veces cuando tienes la expectativas tan altas, acabas defraudada pero en este caso el placer ha sido doble porque incluso ha superado las expectativas que tenía puestas en ella. Desde el primer cuento hasta el último he disfrutado, me he asombrado, he sentido la anticipació del terror y casi siempre he terminado impactada por sus finales, que suelen ser abiertos pero te deja un poso del que no puedes desprenderte tan fácilmente.Tengo muy claro que una autora como Mariana Enriquez aunque tenga sus influencias defínidas que se pueden percibir claramente, de alguna forma ha venido a renovar el terror; es verdad que ya estamos acostumbrados a las casas encantadas, a los fantasmas, a las niñas que se aparecen y desaparecen de repente, zombies, brujas y vampiros, pero la aproximación que Enriquez hace al género es totalmente fresco y cercano. Siempre hay elementos que los contrastan con lo cotidiano, con los miedos y fobías mentales y con los cambios sociales de un país como Argentina que ha sufrido y sigue sufriendo lo que fueron décadas de dictadura. La violencia está constantemente presente en estos cuentos, y todos menos uno están contados por mujeres; es una violencia a veces soterrada, y otras veces totalmente gore y dura, y mientras tanto la autora repasa múltitples temas: la adolescencia, la depresión post desempleo, la violencía de género, la violencia policial y la corrupción, la mayoría terrores domésticos, terrores cotidianos.Me ha encantado sumergirme en estos cuentos, porque la forma en que Mariana Enriquez entiende el terror es exactamente como lo entiendo yo, cómo me gusta que me lo cuenten. No es un terror de sustos fáciles, sino es un terror más mental, más psicológico que tiene que ver sobre todo con -hasta que punto somos capaces de enfrentarnos día a día con este mundo en continuo cambio, sin saber lo que nos aguarda al final del día-.Creo que no me recuerda o me recuerda poco, vagamente, como si me hubiera conocido en un sueño.A continuación mis impresiones personales de los cuentos a medida que los iba leyendo:1. El Chico Sucio: Me ha encantado este cuento y si sigue en este plan, creo que Mariana Enriquez se puede convertir en una grande para mí. Es de esos cuentos donde la atmósfera de anticipación lo es casi todo porque la autora juega con la imaginación del lector, que se va imaginando cosas y se va envolviendo en una atmósfera turbadora. No es terror de sustos, sino que es algo más psicológico. A ver los otros cuentos2. La Hosteria: Adolescentes que conectan y se convierten en en amigas del alma, terrores y miedos, y sobre todo, la adolescencia en conflicto con los adultos.3 Los Años Intoxicados: de nuevo tenemos esta atmósfera que se convierte en un relato de terror. Adolescentes que se quieren escapar de la realidad . Mariana Enriquez hace un retrato de la Argentina de la época, los años 90, a través de estas adolescentes que viven en el exceso, viviendo el momento. El final me pareció impactante.4. La Casa de Adela: Otro cuento impactante que me ha encantado. No voy a contar mucho pero es muy lovecraftiano, en algún momento hasta terrorífico.5. Pablito Clavó Un Clavito: Es un cuento de lo más turbador, siniestro, aqui Mariana Enriquez construye un cuento en torno a un asesino en serie de niños. La verdad es que es una mezcla extraña, terror y un retrato de la Argentina de la época. Por ahora el único cuento no narrado por una mujer6. Tela de araña: Otro relato que me ha fascinado; la narradora se desplaza al sur acompañada de su marido, a visitar a su familia. El conflicto matrimonial se contrapone a la desolación de los espacios, a la incomodidad del marido visitando una tierra que le resulta inhóspita. Y hay desapariciones; y tiene uno de esos finales que me encantan. Un cuento lynchiano7. Fin de Curso: por ahora mi cuento favorito, me ha entusiasmado vaya. Comparan a Enriquez con Shirley Jackson pero creo que son muy diferentes. Mariana Enriquez retrata la adolescencia como nadie y de alguna forma los terrores adolescentes no son mas que el miedo a enfrentarse a la vida de adultos. Soberbio cuento8. Nada de Carne Sobre Nosotras: la historia de una obsesión o de un desequilibrio desde una voz narrativa femenina que defiende su espacio y sus decisiones, tengo que confesar que dentro de lo macabro me ha hecho sonreir. Que gran descubrimiento Mariana Enriquez ❤❤❤❤9. El Patio del Vecino: Me encantan estas historias de terror donde no sabes realmente si el terror de la historia está producido por la mente del protagonista que se está volviendo loco o porque el terror es real. Aquí en este cuento he tenido la misma sensación. En cine es un súbgenero que me flipa (aquí la mi lista pelis con la misma temática) y este cuento de Mariana las imágenes las podía visualizar convertidas en cine. Otro cuento fantástico10. Bajo El Agua Negra: Mariana Enriquez ha venido a renovar el terror, lo usa para poner sobre el tapete la realidad social de su país, los crimenes, las injusticias y la presión social sobre los más desfavorecidos, como en el caso concreto de este cuento. Lovecraftiana, gótica y moderna al mismo tiempo11. Verde Rojo Anaranjado: de los relatos que menos me han gustado de los que llevo leídos aunque lo que cuenta es muy de estos tiempos: la incomunicación de un chico que se queda encerrado en casa con la única ventana al mundo a través de internet.12. Las Cosas Que Perdimos En El Fuego: Un cuento con una vena feminista pura y dura. Las mujeres cansadas de ser el saco de boxeo donde van todos los palos, deciden revertir los hechos y se convierten en guerreras decidiendo por si mismas y sobre sus cuerpos. Extremo y visceral las mujeres de este mundo distópico podrían ser las abanderadas de lo que es la mujer prototípica en el universo de Mariana Enriquez.Nunca le habíamos prestado atención. Era una de esas chicas que hablan poco, que no parecen demasiado inteligentes ni demasiado tontas y que tienen esas caras olvidables, esas caras que, aunque una las ve todos los días en el mismo lugar, es posible que no las reconozca en un ámbito distinto, y mucho menos ponerle un nombre (Fin de curso) Enlace: https://kansasbooks.blogspot..
Creo que si uno aborda este libro de cuentos esperando historias de terror en el sentido convencional, existe el riesgo de terminar decepcionado: los 12 relatos que Mariana Enríquez presenta tienen ciertos elementos del género pero, quizá con la excepción de dos, pocos llegan a cerrar el círculo de una historia de fantasmas en el sentido tradicional. Y seré sincera: en un primer momento me sentí un poco desanimada porque el inicio de cada texto prometía mucho con la construcción de una atmósfera sórdida, casas abandonas, personajes misteriosos, deformes y con secretos, apariciones o alucinaciones de las protagonistas que las hacían dudar de su cordura. Pero muchas se quedaban ahí, por lo menos en cuanto a un desenlace que no terminó de resolverme el misterio ?sobrenatural. Sin embargo, lo interesante de Enríquez es que en esta construcción de un terror sobrenatural, la autora nos plantea otra perspectiva: la del terror de lo cotidiano, de la vida real y lo tremendo que implica ser mujer en Latinoamérica. Porque eso es justo lo que deja traslucir entre historias de apariciones y sucesos sobrenaturales y es el hecho que es más espeluznante nacer y ser mujer en el mundo. Las protagonistas de los cuentos son mujeres de todas las edades y estratos sociales; mujeres que deben enfrentar situaciones terribles que implican desde asumir su sexualidad, hasta enfrentar desórdenes mentales y la incomprensión de sus familias o amigos o vivir relaciones abusivas y sufrir las consecuencias. Sin duda, Enríquez reitera lo que es bien conocido y es que la realidad puede ser más terrible que cualquier aparición fantasmagórica y el infierno se puede vivir en la tierra sin otro elemento más que la interacción con otro ser humano o el enfrentamiento con uno mismo.Si bien me hubiera gustado encontrarme con fantasmas y sucesos extraordinarios, una vez ?superado esto, y entendiendo el propósito mucho más profundo de la escritora, Las cosas que perdimos en el fuego es una colección muy recomendable, que no sólo brinda al lector una narrativa de calidad sino que denuncia e invita a pensar en el papel de las mujeres y los varios retos y agresiones que debemos enfrentar diariamente, por lo menos en los países latinoamericanos. Lo que me ha gustado también es que además de este mensaje, la narración es ágil y sólida y ha construido una atmósfera muy verosímil para cada una de las historias: hubo varios de los relatos que me asustaron, por ejemplo, La Casa de Adela o El Patio del Vecino, que me recordaron ciertos programas de terror que amaba en mi infancia (como La Hora Marcada). Lo interesante es que no sólo recordé los terrores infantiles sino también, en algunos momentos, las historias me permitieron reír ?por la inocencia de los personajes. Por ejemplo, creo que por siempre recordaré el pasaje del relato La Hostería, en donde una adolescente planea una venganza en contra de la amante de su padre, la dueña de una estancia, quien ha terminado con él y lo ha despedido. El plan que elabora la chica es ingresar a la hostería, armada con una maleta llena de chorizo, rajar los colchones e introducir la comida, de tal manera que en un par de días todo el lugar apeste y nadie pueda descubrirlo. En verdad reí y reí, no solo por el plan sino al recordar aquellos planes ?macabros que elucubrábamos cuando más jóvenes, en defensa de a quienes amábamos.En definitiva, un libro que me sorprendió y que me gustaría volver a leer en el futuro.
Con Mariana Enriquez me pasó algo que no suele suceder muchas veces, tuve lo que yo llamo EL PÁLPITO. No sé muy bien cómo definirlo, pero puedo resumirlo diciendo que con algunos autores y autoras experimento una especie de sensación que me dice (incluso sin haber leído nada de ellxs aún) que voy a amar sus libros. Me pasó con Zafón, King, Miguel Gané, Beta y, ahora, con Mariana... afortunadamente ninguno de estos casos fue una falsa alarma 🤩 . Las cosas que perdimos en el fuego reúne una serie de cuentos de terror que no se asemejan en nada a lo que leí hasta ahora dentro de ese género, y es precisamente eso, lo que hace diferentes a estas historias, lo que más me gusta del libro. Los cuentos de Mariana transcurren en las calles de Buenos Aires; nos transportan a algún paraje del norte de Argentina, recorren las villas, las estaciones de subte, los edificios abandonados. Sacan a la luz distintos fantasmas locales, leyendas de nuestra tierra; magia negra, sacrificios. Atraviesan distintas épocas de nuestra historia, llegando hasta la actualidad más cruda. Reflejan nuestras costumbres y, lo que más me gusta de todo, están contados con nuestra voz. Leyendo a esta autora, de algún modo sentí como si, para ella, escribir fuera como respirar. No hay nada forzado o impostado. Es como si fuera construyendo cada relato en base a lo que absorbe del entorno mientras combina todo con el horror, el miedo, por momentos hasta con fantasía... y qué maravilla. Las descripciones que hace son precisas, certeras, tanto del entorno como de los personajes, y te llevan a experimentar un abanico de emociones tan variado como alucinante. Quiero ponerme la camiseta argentina porque me pone muy feliz que este libro esté publicado de esta manera, sin límites. A Mariana Enriquez se la publica sin imponerle el neutro, sin exigirle que sus relatos nos transporten a la otra punta del planeta. Se la acerca al lector en toda su crudeza, y ella escribe desde las entrañas de una Argentina que por momentos asusta tanto como enamora. No importa cómo cuentes las historias, lo importante es que sepas contarlas. Corran a leer a esta autora que es nuestra y es maravillosa 💖
Quien espere solo pasar miedo con estas 12 historias, mejor que elija otro libro. Y no es que los relatos de Mariana Enríquez no den pavor, porque lo dan y mucho, es que el terror en ellos no es más que una excusa para hablar de otros temas más profundos, como las relaciones de pareja, la misoginia, las diferencias de clase, el sentimiento de culpa o los crímenes de la dictadura argentina. ⁣⁣ ⁣⁣ Sus historias están protagonizadas por mujeres que viven en los márgenes: adolescentes que se autolesionan o dejan de comer, mujeres incomprendidas, maltratadas, discriminadas, adictas o prostitutas. Todas ellas solas y abandonadas por su entorno y por la sociedad. ⁣⁣ ⁣⁣ Sí, en sus páginas también encontraremos casas encantadas, fantasmas o psicópatas, pero lo más interesante estará en el análisis social y político que la autora hace de Argentina. ⁣⁣ ⁣⁣ Un ejemplo es el cuento que da título al libro (⚠️SPOILER⚠️), en el que las mujeres, cansadas de ser maltratadas y quemadas por los hombres, deciden quemarse ellas mismas y mostrar con orgullo sus cicatrices, iniciando así una revolución en la que rompen con los estereotipos de género y con la dictadura de la belleza. No me digáis que la premisa no es interesante. ⁣⁣ ⁣⁣