Moderato cantabile de Marguerite Duras
de
Marguerite Duras
- Género:
Drama
Sinopsis
¿Por qué el grito repentino de una desconocida y la vista de su cuerpo ensangrentado han turbado tanto a Anne Desbaresdes, que es joven y rica, y no tiene otro afecto que el de su hijo? ¿Por qué vuelve insistentemente al café del puerto, anodino escenario del crimen? ¿Por qué interroga a un desconocido, testigo él también del asesinato? El vino que bebe lentamente es el pretexto que lleva a ir siempre más adelante en su investigación y a hablar ella misma siempre más. En realidad, ¿qué busca? ¿El deseo que mató a la otra y del que ella carece? ¿La misma muerte en manos del desconcido que la desea, él sÃ, sin reparo alguno? En esas lánguidas tardes de estÃo, inundadas por la cálida luz del sol poniente y los olores agridulces del mar y las magnolias. Anne Desbaresdes se acerca paulatinamente a la clave del enigma.
Libros Recomendados - Relacionados
LÂ’amant
Escribir
Dias enteros en las
Los ojos azules pelo
El vicecónsul
El hombre sentado en
El amor
DÃas enteros en las
El amante
Outside
Uf. Malo, malo.
He tenido que leer el prólogo para que alguien me intente vender que hay no sé qué simbolismo y que es un libro al que no le sobra ni una sola palabra.
Juas. No es que no le sobren. ¡Es que le faltan!
Los diálogos rozan lo absurdo, las situaciones son confusas, y solo un tanto sugerentes. Algo asà como si te pregunto qué haces mañana y tú respondes que las flores en otoño se las ve marchitas, y yo te replico que ayer pasó un coche de caballos.
No exagero.
Me ha parecido una tomadura de pelo de principio a fin, porque lo poco de intrigante que podÃa tener el libro se difumina en la esencia de este: nada.
Una mujer que parece no estar bien con su vida, pero que a su vez se la supone más sosa que una dieta de hospital, va a diario a un bareto y se mete entre pecho y espaldas unos cuantos vinos mientras charla con un parroquiano, con el que se vislumbra cierta atracción (al menos por parte de él. Por parte de ella, nada, salvo que sigue yendo al bar, porque ya he dicho que la señora ni siente ni padece).
En fin. Para culturetas y amantes de las tendencias experimentales de mediados del s. XX.