Toda la primera y segunda mitad de la trama realmente no cuenta nada más allá de la cotidianeidad de la propia historia de los dos agentes protagonista, hipótesis, quedan con amigos y toman unas cañas, algún interrogatorio y pasan el día con las familias. Es como si el autor no tuviera tramas secundarias que completen la principal y va improvisando algo que contar hasta rellenar 200 páginas.Me gustan las novelas que van al grano pero está se salta pasos, no crea atmósfera ni evoca ideas en el lector.Directamente presenta la acción justificando que el lector no quiere adulaciones ni recrearse.La premisa me ha parecido interesante y el título al que hace referencia es muy apropiado una vez que te metes en la trama y descubres realmente a que se refiere con ese juego. Ahora bien, creo que se dispersa mucho en cuestiones banales toda la mitad del libro hasta que bien avanzado y a punto de acabar se desvela de manera abrupta, sin indagar ni profundizar, el macabro juego que ocupa la trama principal y que a mi parecer es superinteresante pero pierde mucho el foco narrativo hablando de asuntos personales de los dos agentes inspectores.

Autor del comentario: RULETANIA
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